Kekos arborícoras

-Clicka, ¿Qué haces levantando piedras? ¿Entrenas para harrijasoketa?

+ ¿Qué? No, no, las aparto para poder liberar ese fresnín y trasplantarlo, con sus raíces intactas, a una maceta. 

- ¿Y ese pinín también lo vas a trasplantar?

+ Click, esto no es un árbol, es un helecho cola de caballo. Sirve para hacer infusiones de mal sabor :P

+ Bueno, pues ya está. A ver si con estos dos fresninos tengo más suerte que con el manzano que, a pesar de mis cuidados, no sobrevivió. Aunque ya se sabe que los frutales son muy difíciles y es mejor por injertos...Tampoco me interesa que crezcan mucho, estaría bien conseguir que se quedaran en modo bonsai, quizá tenga que pedir ayuda a mi amiga Klimico ;)

+ ¡Hala! Nos está creciendo otro laurel a la sombra de los setos, ¡Qué bien! Porque el nuestro aún no se ha recuperado del todo desde el trasplante "a prao abierto"; ahí está, luchándolo, pero ya tiene brotes nuevos :) Con este esperaré un poco antes de moverlo, no quiero estresarlo:

Botánica rural (VIII)

¡Floridos y veraniegos días, querid@s lectores! Bueno, lo de veraniegos es un decir, que ya sabéis cómo se las gasta la climatología asturiana. Pero floridos sí que son porque... ¡tenemos nuevos ejemplares en casina! Empezamos con este precioso y delicado ramillete de galium laevigatum o "amor del hortelano" que, a diferencia de la ya conocida meruxa, está lejanamente emparentada con la planta del café:

Protegido por la sombra de nuestro magnífico y rollizo ablano, tenemos varios ejemplares de escabiosa, muy útiles para enfermedades de la piel (aunque no me sirven en contra de los picotazos de los mosquitos, ¡lástima!) y para afecciones respiratorias. Y además son así de bonitas:

Y ya que mencionamos al avellano: justo por debajo pasa el regato que recorre toda la caleya... Sólo tenemos que abrir el portón y dar un par de pasos, sin alejarnos de casina, para ver nuevas flores creciendo al otro lado de nuestros setos gracias, precisamente, a ese constante flujo de agua. Por ejemplo, la preciosa astrantia major:

Esta es una scrophularia auriculata, una de esas flores que se "disfrazan" para parecer abejas u otros insectos polinizadores y así atraer  a los machos con ganas de reproducirse... ¡Vaya tramposas, jaja!

La betónica o "hierba del obispo" pertenece a la familia de las ortigas, así que no me cae bien: 

Al lado estaban varios ejemplares de una flor que me costó mucho reconocer. ¡Hasta la IA del móvil tuvo problemas para ayudarme! Aquí me veis estudiándola cuidadosamente para lograr identificarla sin error: una epilobium alpestre con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Otra planta que me cae mal y que no tolero en mi jardín: la zarzamora. Aunque a nuestros vecinos no parece importarles que esté colonizando su prao. Pobres vaquinas, cuando vayan a pastar y se lo encuentren todo lleno de zarzas...

Aquí un geranium purpureum, otra de las múltiples y pequeñas variedades de geranio silvestre que, ya hemos visto, crecen alrededor de casina; en este caso, delante de nuestro segundo portón, para que luzca bien, jeje:

- Clicka, y esta flor así en racimo, ¿Qué es?

+ Pues es una vicia cracca o arveja silvestre. Pertenece a la amplia familia de las fabáceas y es muy útil para nitrogenar el suelo.

- ¿Has dicho fabáceas? Entonces, ¿se come? ¿Se cocina como las fabas o como las verdinas?

+ Click, no puedo contigo 😅

De cervezas y jamones

Decíamos ayer... que este cumpleaños Click había recibido unos regalos muy especiales. El primero se trataba de un vale canjeable en el spa cervecero de Alicante. Sí, fue exactamente lo que estáis pensando: meternos a remojo en un enorme barril de cerveza porque no-sé-qué de los flavonoides y taninos del lúpulo y su efecto astringente y antiinflamatorio en la piel... La cuestión es que fue divertido y relajante (para nosotros, para la pareja de enfrente, a quienes se les cayó el móvil dentro de su barril, lo dudamos) y además Click tenía el grifo al lado para seguir bebiendo cuanto quisiera. Salimos de allí en zeppelín, jajaja.

La otra parte del regalo consistió en regresar a Guijuelo para visitar una fábrica de jamones y embutidos. Ya la entrada a la tienda era toda una declaración de intenciones, para gran alegría de Click ;)

Fue una visita guiada muy interesante, aprendiendo todo el proceso de elaboración del picadillo y de los embutidos. Pero lo mejor fue ver esas salas llenas de jamones en pleno proceso de secado y maduración. ¡Qué rico olía todo! Aprendimos muchísimo y rematamos con una magnífica cata. Había kek@s muy sosos (¿a qué fueron, si no comían?) pero nosotros, y una joven pareja de burgaleses, nos pusimos tibios; nuestro guía/cortador no daba abasto a sacar bandejitas de este manjar que, tal como pudimos comprobar, Click sabe cortar magníficamente, potenciando todas sus propiedades organolépticas ;)

A la vuelta intentamos tomar un café en Puente Congosto pero fue misión imposible y tuvimos que conformarnos con hacernos unas fotos en su ruinoso castillo:

¿A vosotros también os gustan este tipo de regalos o sois más convencionales?

Alicante

Regresamos brevemente a la Comunidad Valenciana para contaros la visita a Alicante, final de nuestro periplo. Un tranquilo paseo por la ciudad, que no tiene monumentos destacables aunque sí un bonito ayuntamiento...

...y por supuesto, un bonito y caluroso paseo a orillas del mar Mediterráneo:

Para cenar nos dimos un homenaje: una riquísima y contundente paella de marisco. ¿Acaso creíais que nos iríamos de aquí sin probar una? Se trataba de esperar al lugar adecuado para dos pequeños gourmets como nosotros: ¡Para chuparse los dedos!

Pero, además, Alicante guardaba una sorpresa muy especial. Y es que había algo aquí que formaba parte del regalo de cumpleaños de Click. ¿Queréis saber de que se trataba? Pues no os perdáis la entrada del próximo lunes, jeje.

Tal día como hoy, hace un año...

...se casaban Koplick y Oclack. Mirad que guapos estábamos todos. ¡Felicidades a los novios en su primer aniversario! ¡Enhorabuena! 

Siguiendo nuestro ejemplo ;) se trató de un evento a la altura de las circunstancias y con varias localizaciones. Una primera ceremonia en el Ayuntamiento de San Sebastián, que es así de imponente...

...y un opíparo banquete familiar en un afamado restaurante en la falda del Monte Igueldo. Con dos soletes y una "recomendación" Micheclinck (la estrella, no dudamos, llegará pronto), es capaz de sorprender con su decoración...

...a la vez que impresionar con su enorme, selecta y añeja bodega. Tuvimos la suerte, además, de disfrutar de las explicaciones de su sumiller. ¡Un lujazo!

¿Y qué hay de la comida? Pues alta cocina vasca, como era de esperar: productos de primera calidad elaborados con maestría. Como ejemplo, el postre. ¿Verdad que se os hace la boca agua?

La fiesta, o celebración con el resto de invitados, tuvo lugar en una sagardotegi emplazada en un paisaje espectacular y con su correspondiente (y contundente) menú de sidrería:

Una bonita ceremonia de hermanamiento cultural, con el precioso detalle de las semillas de manzano asturiano y vasco, de cuya preparación ya os habíamos hablado, y que fue un buen símbolo de las emociones intensas que se vivieron ese día y que tan bien registró el fotógrafo:

¡Felicidades de nuevo, y a por muchos años más, juntos!

La Albufera (y otros pueblitos con encanto)

Aunque Valencia capital tiene sus propias playas (como la célebre Malvarrosa), es mucho más agradable acercarse al Parque Natural de La Albufera, cuyo nombre se debe al inmenso lago natural de agua dulce, que se sitúa en frente del mar, delimitando una estrecha franja de arena, dunas y pinadas:

Además de darse un chapuzón, o ver los arrozales, también se pueden hacer pequeñas rutas para conocer la flora arbustiva típica del Mediterráneo. Y "pequeñas rutas" es la definición correcta pues algunas son apenas 800 metros... Vamos, que tenemos mucha más variedad botánica en casina, jeje:

Ya que estamos en ruta, recomendamos también visitar el pueblecito de Bocairent, que luce así de bien desde el mirador del jardín:

Parada obligatoria para nosotros: Onil. Con un pasado espléndido en la industria juguetera, en la actualidad muchas de sus empresas lo están pasando mal (l@s kekit@s ya no juegan, sólo quieren tablets y smartphones, ¡bah!). Una pena que no nos dejaran entrar, pues aún recordamos lo bien que lo pasamos en nuestras visitas a las fábricas de Malta y Núremberg: 

Una marca que sí admite visitas es la centenaria chocolatera de Villajoyosa, con recorrido por la fábrica, el museo y, por supuesto, cata final. No es nuestra variedad favorita pero, aún así, nos pusimos tibios, jajaja:

Un pueblito muy coqueto e instagrameable es Altea. Yo me hice la foto con la iglesia local (y eso que no tenía muñequinos), pero tiene callecitas y rincones muy bonitos:

Sólo nos queda una parada en este viaje pero viene con sorpresa así que... ¡muy atent@s a las actualizaciones!

Valencia

En el año 138 a. C., el cónsul Décimo Junio Bruto funda la ciudad de Valentia Edetanorum para “aquellos que combatieron a las órdenes de Viriato”, es decir, lusitanos perdonados tras la guerra. Pero la alegría no le duró mucho porque en el 75 a. C., en una guerra entre Pompeyo y Sertorio la ciudad queda devastada y...

- Ejem, Clicka, te recuerdo que el post de hoy es "vacacional", no un rollo de esos tuyos de historia británica. Abrevia, por favor, que vas a aburrir a nuestros lectores.

Pffffff, ¡qué aguafiestas! Bueno, pues que Valencia también fue romanita. Y que el yacimiento arqueológico de L'Almoina resulta una visita muy interesante. Ya está. 

El centro histórico de Valencia se camina cómodamente en menos de una hora, disfrutando de una curiosa y variopinta colección de estilos arquitectónicos, como el barroco Palacio del Marqués de Dos Aguas (hoy museo nacional de cerámica y artes suntuarias)...

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...la catedral gótica (aunque con una bonita portada lateral románica)...

...o la lonja de la seda. Construida por Pere Compte a finales del XV y sufragada por la Taula de Canvis, la primera institución bancaria valenciana:

El exterior llama poco la atención, pero destaca la sala hipóstila interior: 

Casi enfrente está el Mercado Central de época modernista. Ejemplo de arquitectura del hierro de finales del XIX, es un edificio grande y muy animado, pero debemos admitir que su sala central no aguanta la comparación con las bellas columnas torneadas de la anterior, ¿verdad, Click?:

Como no nos permitieron entrar a contemplar el horror vacui de la bóveda barroca de San Nicolás de Bari (#turismofobia), cruzamos la Puerta de los Serranos (una de las dos que se conservan de la muralla medieval) y nos dimos un bonito paseo por los jardines del río Turia...

...hasta llegar a la Ciudad de las Artes y las Ciencias diseñada por Clacklatrava (#pelotazo.urbanístico) y hoy semi-abandonada y con goteras:

Valencia tiene también dos buenos museos de arte contemporáneo (IVAM & Carme Cultura) pero me permitiréis una recomendación un poco peculiar para terminar el día: la famosísima tienda de tejidos Clack López, donde además de aprender sobre el diseño y elaboración de los trajes regionales (y alucinar con sus precios), encontramos algunos ejemplares de telas directamente importados desde el barrio de Nippori, que yo tan bien conozco ;)

Comunidad Valenciana

Con este bonito ejemplar de molusco bivalvo (a.k.a. concha bonita) recogido en la playa de La Garrofera, presentamos el pequeño itinerario que disfrutamos en nuestras últimas vacaciones de primavera por la Comunidad Valenciana y que esperamos os sirva de inspiración para el veranito que ¡por fin ya ha empezado!:

1. Valencia

2. Albufera

3. Alicante

¡Empezamos! 

¡Preparando la mudanza!

El Día P (de Pucela) se acerca. Como veis, el embalaje pre-mudanza avanza a buen ritmo (llevamos unas 48 cajas y 4 burros de ropa llenos. ¡Lo que se llega a acumular en una casa!):

La cuestión es que, como adelantamos en la entrada anterior, el jueves fue un día importante porque nos dieron las llaves de nuestro nuevo y luminoso piso. Aquí está Click, metro en mano, comprobando que las dimensiones son las adecuadas para nuestro despachín:

Estábamos tan emocionados que decidimos llevarnos los colchones hinchables para hacer noche aunque fuese en modo "acampada". Aprovechamos a explorar un poco el barrio, descubriendo que cuenta con todos los servicios y negocios que nosotros necesitamos, muchos parques y zonas verdes, y una amplia oferta de hostelería (#peñitaparquesol). De hecho, escogimos una taberna gallega para cenar así de bien:

A la mañana siguiente, y tras desayunar una estupendísima tosta con tomatito y jamón en la terraza de otro local, nos acercamos a Ikea, en busca de inspiración puesto que necesitaremos dos o tres muebles más para poder instalarnos del todo; claro que no será ningún problema, dada nuestra ya amplísima experiencia como montadores de muebles ;)

Seguiremos informando... Entremedias, no os perdáis nuestras aventuras viajeras.