¡Otra buena noticia!

¡Click ya ha recibido su vacuna! Pues sí, ayer por la tarde nos acercamos al punto de vacunación; Click se agobió un poco al ver la larga cola que tendríamos que esperar pero avanzaba a buen ritmo. Él me acompañó a mí en ambas ocasiones así que, por supuesto, yo no iba a dejarle sólo en un momento tan importante: 

Una vez dentro, con su tarjeta de sanidad, hizo el breve y ya conocido cuestionario previo...

... para pasar luego a que una enfermera un poco gruñona le pinchara con P. 

Y luego, ya sabéis, unos minutos esperando sentado. Click ha tenido mucha suerte y no le ha dado ninguna reacción, ni siquiera unas décimas de fiebre. 

Además ya tiene fecha para la segunda dosis así que ya podemos decir que sí, que parece que este verano será un poco más normal. ¡Bravo!

¡Super-Clicka!

¡Buenas noticias! Ayer, doce semanas después de la primera dosis tal como estaba previsto, recibí mi segunda vacuna de AZ. Esta vez apenas experimenté unas décimas de fiebre y mi cuerpo asimiló rápidamente los poderes de la vacuna. Porque AZ es una vacuna molona, con nombre de villano de manga japonés y, si no os lo creéis, miradme ya en pleno combate, lanzando mis rayos de anticuerpos contra mi archienemigo: ¡Super-Clicka contra Mazinger! MUAJAJA (efecto risa malvada on): 

Además, la app del Sacyl funciona sorprendentemente bien y apenas una hora después de recibir mi pinchazo, ya había actualizado mi cartilla digital de vacunación y había generado mi pasaporte europeo covid. Eso quiere decir que... ¡ya puedo viajar! ¡uhuuu!

Pero las buenas noticias no se acaban aquí: ¡el lunes Click recibirá por fin su vacuna! ¿Cuál? Pues no sabemos así que estad atent@s a las actualizaciones ;)

Regreso a Atenas

¡Kalimera! Tras unos días estupendos de sol y relax en Zakynthos, regresamos a Atenas para pasar dos días más en esta caótica ciudad, visitando lo que nos quedaba pendiente, como el Museo Benaki (una fundación privada con una destacadísima colección de trajes tradicionales de los siglos XVII a XIX) y el impresionante Museo Arqueológico Nacional, donde además pudimos ver los trabajos de restauración de unas cariátides:

Por supuesto, también aprovechamos para despedirnos de nuestros rincones favoritos por Psiri y Monastiraki. Pero también encontramos algo inesperado y sorprendente: ¡un FunPark! Aunque pequeño y modesto, fue suficiente para hacer algunas compras y conocer nuevos amigos, como los "Golden Share the Smile" que tan escurridizos resultaron ser en Madrid...¡y que ahora viven con nosotros! ¡ja!

Al día siguiente nos fuimos al Pireo, en realidad un conjunto de tres puertos. El primero, Microlimano, es el más pequeño y tradicional. Aunque ahora ya hay pocos barcos pesqueros y comienzan a proliferar los gastrobares para turistas, aún conseguimos darle ese toque auténtico al bajarnos a una calita a tomar el sol, contemplar la regata del día y degustar unas brochetas junto a los kekos locales:

Después continuamos todo el paseo (varios kilómetros) mientras degustábamos un riquísimo helado de chocolate doble. Supimos que habíamos llegado a la zona más exclusiva del Pireo al ver el tamaño de los yates privados, que llegaban a tener varios pisos y a albergar garajes para coches y motos de agua... Y delante, una mini-feria para promocionar el turismo en Creta: bailes tradicionales, artesanía y mucha comida. ¡A mi me vale! además cumplió su función: atraernos lo suficiente para poner Creta en nuestra lista de futuros destinos :)

Tras un último café griego ma non troppo que diría Clackritos, volvimos al hotel, pues el vuelo de regreso saldría temprano.

¿Qué os ha parecido nuestro viaje? ¿Os han gustado nuestras aventuras por la península del Peloponeso?

Una semana a medio gas

¡Esto se acaba! ¡Quién nos iba decir, cuando empezamos las clases en septiembre, que a pesar de la pandemia conseguiríamos terminar el curso con 100% de presencialidad y sin contagios en el instituto! Y los pocos estudiantes que tuvieron que pasar cuarentenas confinados en casa fue por la irresponsabilidad de sus familias durante las navidades... 

Pero sí, lo hemos conseguido. El curso ya está casi terminado y los exámenes finiquitados, así que esta semana tenemos actividades complementarias, como la ya tradicional charla de la policía sobre seguridad en internet. Mis kekit@s preferirían irse de excursión pero, ya que este año no nos dejan, se conforman con poder escuchar algo diferente a las clases teóricas:

Además, hoy fue el día más temido: ¡la entrega de las notas de Geografía&Historia! Pero no hay que preocuparse, tod@s han hecho un magnífico trabajo durante el curso y han aprobado holgadamente. Por supuesto, tenía unos cuantos diplomas para repartir entre los más entusiastas, que los recogían así de contentos entre los aplausos de sus compañer@s:

Ya sólo queda esperar que pase la semana viendo alguna película histórica... Y ya que este año, obviamente, no se podrá hacer cena de fin de curso, me dedicaré a planificar las excursiones para este verano (#Asturias2021). 

Y vosotros, querid@s lectores, ¿tenéis ya planes para un verano que se presenta más "normal"?

Zakynthos

Dado que esta semana aquí ya superamos los 30º (y en realidad aún no es verano, buffff), ¿qué mejor opción para refrescarnos que recordar nuestros tres días en la preciosa isla griega de Zakynthos?

Un muy madrugador pero corto vuelo en avión de hélice nos dejó en el mini aeropuerto de esta turística isla que, por suerte, aún no había comenzado su temporada alta así que la pudimos recorrer con tranquilidad: el puerto de Agios Nikolaos (donde catamos, y disfrutamos, sus productos locales: cerveza, queso y pescado), el monasterio de Anafronitria o su coqueta capital (Zante) donde comimos una fantástica parrillada de pescados y verduras en una taberna del muelle. Bueno, en realidad, comimos muy bien durante toda la estancia. Y además para alojarnos escogimos un chalecito con super terraza, jardín con olivos y piscina. No nos cuidamos nada mal, ¿verdad?

Pero las atracciones principales de la isla son las Blue Caves y la playa del naufragio así que contratamos un yatecito (cuyo capitán casi podría ser alumno mío) que nos acercara, ya que la playa no es accesible por tierra. Y, en teoría, tampoco por mar: está prohibido pisarla porque el acantilado presenta riesgos de derrumbes pero nuestro experto marino (ejem) iba conectado a la radio de la patrullera y, sabiendo que estaban al otro extremo de la isla, nos permitió saltar al agua (bueno, vale, el que saltó fue Click. A mi me acercó cuidadosamente a la arena) y estar un rato sacando fotos a este famoso barco varado de unos contrabandistas:

Tras comer en el puerto, haríamos la tradicional subida al acantilado para poder disfrutar de otra bonita perspectiva de la playa. Click lo pasó un poquito mal por el vértigo... y porque yo me acercaba demasiado al borde del barranco ¡pero me quedaron unas fotos espectaculares!

Aún nos queda otro episodio de este viaje a Grecia por contaros ¡y tiene una sorpresa! ¡No os lo perdáis!

This is cool!!!

Decíamos en la entrada anterior que teníamos pendiente abrir los regalos de mini-aniversario y, como bien sabéis, para estas ocasiones tenemos la costumbre de sorprendernos con manualidades cada vez más elaboradas. Este año Click se ha superado a sí mismo porque, como aún no se puede disfrutar de los museos en plenas condiciones (aunque ya estoy vacunada, no quiero arriesgarme con el bullicio madrileño), me ha montado un museo para mí solita. ¡¡¡WOW!!!

Además es super profesional, con tabiques desmontables para poder adaptarlos a cada necesidad. Fueron muchas horas de trabajo pero mereció la pena porque ya tengo un montón de ideas para organizar mis propias exposiciones temporales. ¿Cuál creéis que será la primera? ¿Romanitos, quizá? ¿Mitología griega? ¡Tengo muchas opciones para escoger!

Sin duda, este nuevo diorama dará muchísimo juego y lo veréis muy a menudo por aquí :)

Por su parte, Click recibió un regalo más modesto pero también necesario: su propia colección de cromos del campeonato de rugby más apasionante del PlayMundo, el 6 Nations, con toda la información sobre sus jugadores-estrella bien actualizada: 

Cambiando de tercio, pero también necesario, la pieza fundamental de su flamante Delorean: ¡un Mr.Fusión! (sea lo que sea eso...)

Y todo esto en un entorno sorprendentemente agradable: el Parque Natural Lago de Sanabria. Un finde largo (moscoso mediante) y muy soleado del que os hablaremos en breve. ¡No os perdáis nuestras aventuras!

Por las tierras del Peloponeso

Querid@s lectores, ¿sabéis qué día es hoy? Pues sí, hoy es nuestro mini-aniversario así que para celebrarlo os hablaremos de los dos agradables días que pasamos recorriendo tierras helenas tras conocer Atenas y Delfos. No es mal plan ¿verdad? 

Empezamos el día visitando el animadísimo mercado central de abastos de la capital para, a continuación, comenzar nuestro road trip. Primera parada: Corinto y su impresionante canal, una obra de ingeniería que aún hoy asombra:

El plato fuerte del día sería Micenas, con sus murallas de aparejo ciclópeo y sus célebre Puerta de los Leones:

A pesar del calor, estuvimos un buen rato recorriendo todo el recinto acompañados de un guía de lujo: el mismísimo rey Aclackmenón quien aquí aparece con una tumba de corredor llena de tesoros:

Para comer, una ensalada con el queso feta más rico que habíamos probado nunca hasta ese momento. Con tan buen sabor de boca, continuamos nuestro periplo por Nemea, Argos y Tirinto hasta llegar a nuestra última parada del día: Nauplia, un adorable pueblito costero que nos recordó mucho al Cefalú de nuestra querida Sicilia y donde también pudimos cenar estupendamente a base de pescado.

Tras un excelente sueño y un reparador desayuno, visitamos su antigua fortaleza (Palamidi) que ofrecía una vistas así de magníficas:

Desde Nauplia aprovechamos a visitar Epidauro. Del supuesto museo (almacén, más bien) mejor no comentamos nada... El Teatro, en cambio, demostró mantener aún la acústica que le hizo famoso en la antigüedad:

Para comer decidimos arriesgarnos y abandonar la autopista para acercarnos a alguno de los pueblecitos de la costa. Al ser aún temporada baja, no ofrecían un ambiente muy atractivo pero... ¡encontramos la tasca más auténtica del país! Con deciros que el camarero parecía ser de la quinta de Sócrates... Y mereció la pena porque el pescado estaba fresquísimo. Vamos, que a mi la cocinera incluso me hizo entrar en la cocina para seleccionar el calamar que me iba a preparar. Por supuesto, fue el mejor escenario para probar un auténtico café griego.

Y ahora, lectores, vamos a hacer un nuevo alto en nuestra narración vacacional porque... ¡tenemos que abrir nuestros regalos! ¿Qué sorpresas y manualidades habremos preparado para sorprendernos este año?