domingo, 18 de diciembre de 2016

Taupo - Okahune


Tras despedirnos del increíble parque de Waiotapu, nos pusimos de nuevo en ruta. Eran bastantes kilómetros así que hicimos una primera parada en Taupo, un pueblecito a la orilla del lago volcánico del mismo nombre. Aprovechamos para comer una ensalada y "cotillear" en un supermercado. Se pueden aprender muchas cosas sobre la vida diaria de un país a través de los supermercados; por ejemplo, que allí el aceite de oliva se considera producto de lujo, a 9.50 $/litro la marca más barata! O que tienen varias docenas de home-made muesli para escoger (aunque eso se queda lejos de la nueva oferta suiza, jeje).

De nuevo en marcha, bordeamos el enorme Parque Nacional de Tongariro. Pero eso será el plato fuerte del viaje y se merece mucha más atención, así que no adelantemos acontecimientos... 

En Okahune nos costó un poco encontrar el B&B (y eso que nos habían dado instrucciones Bien Prácticas) que resultó de lo más completo: jacuzzi, campo de golf... Un sitio ideal para descansar y acumular fuerzas ante el reto que tenemos por delante...

Aunque para eso, querid@s lectores, tendréis que esperar al Año Nuevo, pero os podemos asegurar que la espera merecerá la pena. Mientras tanto, disfrutaremos de la pausa navideña.



miércoles, 14 de diciembre de 2016

Summer time (Kiwi time)


Ahora que aquí las temperaturas se han desplomado, llueve sin parar y amenaza nieve para el fin de semana, Click y yo no podemos evitar añorar el magnífico verano que se disfruta al otro lado del mundo.

¡Ojalá pudiéramos subirnos ahora mismo a uno de los divertidos aviones de cola negra! Y es que con Air New Kleackland hasta las instrucciones de seguridad a bordo son las mejores del mundo. ¡No podrás sacarte esa musiquilla de la cabeza!




domingo, 11 de diciembre de 2016

Panettone e cioccolato


¡Ciao! La de hoy es una entrada especial: y es que, mientras Click seguía disfrutando de la Navidad suiza y su Silvester Lauf, Clicka (o sea, yo) recibí una inesperada visita de mis amigos Veróniclack y Clecksús. ¡WOW! ¡Qué sorpresón! 

Hemos pasado un magnífico fin de semana juntos, poniéndonos al día de nuestras aventuras y cotilleos, haciendo nuevos planes para quedadas primaverales, añadiendo nuevas etapas en nuestro mapa grupal de excursiones (lo cual nos permitió "admirar" el ar-bolón de Navidad delante del Acueducto de Segovia, ejem)...

Y como todos somos de buen comer, también incluimos una muy agradable cena en Soul Klichen y, el domingo, una ronda de tapas en Salamanca que además rematamos en la gelateria italiana Umaclick, donde pude disfrutar de un delicioso panettone con una taza de chocolate caliente, mmmmm. Ni que decir tiene, que además hicimos compra: baci y guiandujia (doble mmmmm) J

¡Gracias por venir! ¡Cómo necesitaba un finde así! 



lunes, 5 de diciembre de 2016

Fröhliches Weihnachten

¡Hola lector@s! Aquí vamos con otro alto en el camino kiwi para mostraros un poco la Navidad zuriquesa. Aprovechando el puente de diciembre, Clicka ha venido a Zúrich donde hemos pasado unos días estupendos (vamos, lo normal en nosotros).
 
 
Zúrich cambia su aspecto un montón con la llegada de estas fiestas. Mucha iluminación, decorados navideños, tranvías especiales... De todas formas, como cualquier otro evento helvético, la navidad suiza es perfectamente previsible y ordenada: los mismos mercadillos (algunos más home made que otros), en los mismos sitios, con la misma gente... Así que para ir a nuestro ritmo llevando la contraria a todo el mundo, nos fuimos a degustar un completo brunch en la Rüsterei, un lugar que conocemos muy bien:
 
 
Con las pilas bien cargadas (igual un poco demasiado para nuestros pequeños estómagos) nos acercamos al centro para, esquivando las hordas de kek@s que por allí pululaban de tienda en tienda, poder disfrutar del Singing Christmas Tree. En teoría, está compuesto de educados y correctos escolares suizos cantando villancicos armoniosamente; en realidad, cada fila difícilmente mantiene su propia armonía, especialmente si los clones suizos de Jonathan y Calvin están arriba del todo...
 
 
Otra peculiaridad suiza es que Santa Clackus no viene en un vulgar trineo; aquí hay mucha más clase y por ello viene en una impresionante Harclick Davidson:
 
 
También suelen estar por ahí San Nicolás y sus ayudantes repartiendo cacahuetes a los pequeños kekos (reflexión de Clicka: ¿Y por qué cacahuetes? ¿Cómo pueden ser tan cutres en el país del chocolate? Hay que meditar sobre este hecho...):
 
 
Pero sin duda uno de los productos más destacados es el reconfortante glühwein, vinito caliente con canela y naranja para combatir las bajas temperaturas de estos días: 
 
 
¿Qué os ha parecido? ¿Qué tradiciones tenéis en vuestra ciudad? Esperamos vuestros comentarios :-)
 
 

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Rotorua IV: Waio-tapo

¡Hello! Aquí estamos con una nueva entrega de la mejor HoneyMoon del Mundo Mundial... Hasta ahora Rotorua había sido impresionante pero aún guardaba sorpresas increíbles. El Parque de Waio-tapo vuelve a ser una combinación de actividad volcánica y geotermal pero con nuevos y fascinantes elementos. 

Por ejemplo, la Champagne Pool: un burbujeante lago de colores. Puedes caminar sobre sus aguas J (mediante una pasarela a ras de la superficie) pero mejor no metas la mano dentro...


Tras pasear entre cuevas y pináculos de azufre se llega a la Gran Terraza de Sílice. Está formada por la milenaria acumulación  de los sedimentos minerales que el agua de la Champagne Pool deja de camino al Lago Verde


Verde, verde. A base de azufre y arsénico. Lo cual, como veis, no impedía la existencia de monstruos antediluvianos:


¿Creéis que ya lo habéis visto todo? ¡Craso error! Lo mejor estaba al final: el Lago Amarillo (¿o deberíamos decir "fosforito"?). La acidez, claro, es extrema. Y si no, que se lo pregunten a los amigos supervivientes del pajarito Johnny. Es que menudo "barrio" escogen para anidar...


Fue difícil (dimos la vuelta 3 veces para ver de nuevo este lago al que la foto no hace justicia) pero finalmente nos despedimos de Rotorua para dirigirnos a... Mordor...


viernes, 18 de noviembre de 2016

Tomaclickna!


¡Sorpresa! Como me suele decir Click, paso demasiado tiempo con mis alumnos... y pasa lo que pasa: que yo les enseño Historia  y ell@s me enseñan a hacer el gamberro. Así que aquí estoy, bien preparada para dar un "caluroso" recibimiento a Click cuando vuelva de la oficina, jejeje. 

domingo, 13 de noviembre de 2016

Rotorua III: Red Woods

¡Hola! Nos habíamos quedado hablando de los sulfurosos parques de Rotorua (la verdad, echamos de menos ese ambientillo). Pero no sólo de azufre viven los kekos: a pesar de la terrible deforestación sufrida en el siglo XIX y principios del XX, Nueva Zelanda es famosa por sus bosques y espacios naturales. Así que allí nos fuimos: 

Muy cerca de la eatery estaba el Red Woods, o Bosque de Secuoyas. Claro, importadas desde California pero super bien adaptadas al mundo kiwi; tanto es así que crecen mucho más rápido de lo normal, jeje. 

Y como dos valientes, paseamos por entre sus puentes colgantes, a unos 10 metros sobre el suelo (y otros tantos, o más, que continuaban hacia arriba). Miradme abrazada a uno de ellos: 


Y del verde pasamos al azul... De nuevo en tierra firme, completamos la Ruta de los Lagos. El primero de ellos, el Tikitapu (o Lago Azul) donde además nos pegamos un refrescante chapuzón: 


El Lago Tarawera, que nos permitió disfrutar de un paisaje idílico y un momento muy tranquilo, al estilo "Tú y Yo", observando a una familia de patitos: 


Y finalmente, aunque fue realmente difícil de encontrar, el Rotokakahi (o Lago Verde). Su protección se debe a que es zona sagrada para los maoríes y no aceptan turistas. Pero nosotros no eramos turistas, sino honeymooners :-P


¿Qué nuevas sorpresas nos depararía esta fascinante región? ¡Estad atent@s al blog y lo descubriréis muy pronto!

sábado, 5 de noviembre de 2016

Rotorua II: Waimangu

Querid@s lector@s... ¡Volvemos a Nueva Zelanda! Pues sí, hoy retomamos la narración de nuestra épica HoneyMoon con más maravillas de Rotorua. 

En esta ocasión empezamos la jornada visitando el Parque de Waimangu, formado a partir de las erupciones de varios volcanes y de la ya mencionada actividad geotermal de la región. El resultado es una selva exuberante, jalonada por cráteres humeantes ("Echo Crater", "Frying pan Lake" e "Inferno crater"), ríos y geysers. 


Waimangu tiene un extra: está "fuera" de los circuitos turísticos tradicionales así que Click y yo pudimos disfrutar del parque (dos veces) a solas... Un momento, ¿he dicho "a solas"? Pues no, porque nos encontramos a un amable habitante de la Tierra Media: Clackdaron, Señor de los Bosques. 


A Click le hubiera gustado encontrarse con un Tyranosaurius Rex pero, en tal caso, no hubiéramos podido aprender tantas cosas sobre la naturaleza del país. Por ejemplo, que hay 70 especies diferentes de helechos aunque la más famosa es el Silver Fern, que puede alcanzar los 12 metros de altura, wow! Además tiene la particularidad de que, cuando empieza a secarse, el reverso se torna plateado, de ahí su nombre, en lugar de marrón. Así que puede ser usado para señalizar las rutas de senderismo, puesto que destaca mucho sobre el resto de la hojarasca.


La ruta termina en el Lago Rotomahana, otro antiguo cráter, ahora hogar de cientos de aves acuáticas. Un mini bus (casi tan antiguo como el propio parque, jejeje) nos llevó de vuelta. Y es que, sin darnos cuenta, ya llevábamos varias horas allí, así que decidimos irnos a una "eatery" recomendada por nuestro casero, a comer y reponer fuerzas para las aventuras de la tarde. Pero eso ya os lo contaremos en el siguiente post...

viernes, 28 de octubre de 2016

Una feria que merece la pena

¡Hola a tod@s! Ya sé que tenéis muchas ganas de saber más sobre nuestro super viaje al otro lado del mundo, pero permitidme que "interrumpa" la historia para contaros nuestro último finde, que sin duda fue muy especial pues... ¡¡nos fuimos de Feria!! Así es, tenemos una forma un poco especial de celebrar Halloween ;-)
 
 
                            - Click, lo siento pero ese sombrero no te favorece...
                            - Que sí Clicka, y mira que bien bailo...
                            - Click, mogollón, pero déjalo, por el bien de la humanidad...
  
(Cartel obtenido a través de Aesclick)

La feria fue increíble pues conocimos a un montón de nuevos amigos, vimos increíbles dioramas a tamaño real y pudimos comprar varios complementos.
 
Pero como el fin de semana era más largo de lo habitual, aprovechamos para turistear por la antigua Hispalis, siempre decorada con preciosos azulejos:
 
 
Además, no estuvimos siempre solos, porque estuvimos acompañados de un guía muy especial y majete: Clackmarón del Islote. Fue muy majete, aunque un poco charlatán...
 
 
Una de las primeras paradas fue la Plaza de España, un lugar amplio y agradable (pese a que hacía un calor terrible), donde recorrimos las diferentes provincias españolas, cazamos algún libro y yo aprendí algo nuevo acerca de los orígenes "expositores" de la plaza:
 
 
La verdad es que con tanto viaje, ya llevamos vistas muchas catedrales, así que tampoco estábamos muy interesados en ver la de Sevilla, pero dio igual porque es enorme y se ve desde casi todos lados:
 
 
Sin duda la visita clave, pese a las colas de la entrada, fue el Real Alcázar, donde el arte musulmán, a pesar de la intención cristiana de sabotearlo, es increíble y digno de verse, incluyendo hermosas decoraciones a base de sebka y por supuesto sus lacerías de sabiduría infinita (como una que yo me sé :-) ):
 
 
 
Ya veis, otra gran escapada llena de actividades interesantes y muy especiales, aunque sin duda lo mejor de todo fue poder disfrutarla junto a Clicka ;-) ¡¡Mogollón!!
 
¿Y vosotros? ¿Conocéis Sevilla? No dudéis en comentarnos vuestras experiencias.
 
 

viernes, 21 de octubre de 2016

Rotorua I: Ka mate! Ka ora!

Tras recuperarnos de la llegada a Auckland con un largo sueño, despertamos a las 8 de la mañana del domingo (en España aún era sábado...) plenamente "operativos", incluso yo, jeje. 

Para empezar el día, a Click no se le ocurrió mejor cosa que ofrecerme un mejunje de color negro al parecer muy típico de las antípodas. Hacedme caso: no lo probéis. 

Bien pertrechados, nos ponemos en marcha: tenemos por delante 140 kms hacia el interior de la isla norte. El paisaje es precioso, muy verde, parecido a nuestra querida Asturias pero en versión "mejorada". Lo de conducir por la izquierda, sin mayores problemas; lo que si generó confusiones fue el GPS, que me la quiso liar y cambió la ruta, metiéndome por unas cuantas "caleyas" y haciéndome cruzar pasos a nivel sin barreras. Pero con los días descubriría que eso fue sólo el principio, porque mis aventuras con el GPS darían para un post propio... 

A pesar de los esfuerzos de ese cacharro, conseguimos llegar a Te Puia, uno de los cinco parques nacionales de la región termal de Rotorua


Es, con diferencia, el parque más visitado de la región, por los diversos geysers (el la foto aparecemos con el Geyser Potuhu, que es el más activo y entra en funcionamiento varias veces al día), porque te permite ver tus primeros kiwis (que son como adorables peluchitos) y también porque es un buen lugar para aprender sobre la cultura y el arte maorí. 

Nuestro guía nos enseñó cómo era un poblado tradicional, cómo se cocina en horno hangi (en el suelo, aprovechando el calor geotermal) y cómo se dice hórreo en maorí (pakata).


El punto álgido de la visita, por supuesto, fue poder asistir a una ceremonia maorí: danzas polinésicas, malabares y, claro está, la famosísima haka. Es más, tras la demostración correcta, pidieron a unos cuantos kekos voluntarios para hacer la "Haka tourist' style". Por supuesto, Click se subió al escenario; por supuesto, yo lo grabé en vídeo.

Fue muy emocionante, yo no podía parar de llorar... ¡Ah, no! Que las lágrimas eran resultado de una alergia recién descubierta a la pintura roja con la que los maoríes pintan sus construcciones tradicionales. Pues vaya.


Después de un día tan intenso, decidimos acercarnos al nuevo B&B cuyo responsable fue, sin duda, el personaje más carismático de los que conocimos durante la Honeymoon. Además nos dió muy buenos consejos para turistear por la zona los siguientes días y también alguna recomendación gastronómica sobre cómo disfrutar el cordero neozelandés. Ni que decir tiene que mi ración era más grande, jajaja.

¿Qué nuevas sorpresas nos esperarían al día siguiente? Pronto lo sabréis...

domingo, 9 de octubre de 2016

Despegamos... hacia el clickfinito!

Querid@s lector@s, por fin ha llegado el momento que tanto habéis estado esperando...

Tras una maravillosa boda, llegó la hora de disfrutar de una Luna de Miel ¡espectacular!. Como somos dos kekos especiales, necesitábamos algo fuera de lo corriente así que decidimos irnos lo más lejos posible: ¡Nueva Zelanda! ¡Wow!

El viaje fue muy muy muy largo, aunque la escala en Singapur ayudó un poco a estirar las piernecitas. El aeropuerto se ha ganado el título de "Best airport in the World" a pulso: moquetas, jardines exóticos, fuentes, carnicerías (sí, sí, habéis leído bien), galletas gigantes... Al parecer también hay un mega-tobogán, pero no en nuestra terminal, lástima.


Así, tras un total de 26 horas, llegamos a nuestro primer destino: Auckland. No es la capital, pero sí la ciudad más grande del país. La primera impresión fue buena: el precioso Domain Park estaba animado con jugadores de rugby y criquet. Pero enseguida nos dimos cuenta que Nueva Zelanda es un país de "exteriores" ya que el resto de la ciudad nos decepcionó un poquito (por ejemplo, el puerto lo tienen bastante desaprovechado. ¡Ni siquiera tenían heladerías!).


Tras un paseo de contacto, nos fuimos temprano al B&B (psché) porque estábamos agotados y no teníamos claro qué hora era; Clicka estuvo a punto de desfallecer por el jet lag, pero tuvo que esperar encerrada en el baño hasta que conseguí vencer, en singular combate, a un mega-elemento de la fauna local. ¡Pedazo abejorro! Pues sí que empezamos bien...

Pero no es dejéis engañar por las primeras impresiones: al día siguiente empezaría lo bueno, ¡muy bueno!. Ya lo veréis... 

lunes, 3 de octubre de 2016

Domingo renacentista

¡Hola a tod@s! Si hace poco os hablaba de la Feria Medieval de Ávila, hoy avanzamos en el tiempo para contaros cómo se celebran las Vísperas Nupciales en la aldea renacentista de Aldeatejada, provincia de Salamanca.

Resulta que aquí tuvo lugar, en 1543, el encuentro entre el rey Feliplick II y su jovencísima prometida, la infanta Mª Manuela de Portuclack. Y para celebrarlo, todo el pueblo se engalana y representa, muy dignamente, la histórica jornada. Y para allá que me fuí yo, cámara en mano...

Primero llega la infanta, bien protegida por el séquito de su padre y acompañada de su "dueña" (azafata de confianza, a.k.a. "carabina") y una menina.


Tras un breve acto presidido por los grandes del Clickreino, y siempre bien vigilados por la dueña y un confesor, los novios por fin se conocen... Feliplick, bastante mayorcete, va vestido sobriamente (ya de chaval era un keko soso y aburrido, ejem). El notario toma buena nota de todo lo que sucede:


Para celebrarlo, los nobles bailan una serie de  danzas renacentistas bajo la atenta mirada de los novios, sentados ya en el palco real:



Tras las danzas, el cortejo real se pone en marcha aunque con diferentes destinos, puesto que la boda se celebrará dos días más tarde en Madrid y por tanto deberán descansar en alcobas separadas hasta entonces, ¡faltaría más!. Pero como veis, antes de que se fueran conseguí sacarles un estupendo retrato juntos: 



Después sólo quedaba disfrutar del buen tiempo y del mercado renacentista, donde puder catar unos estupendos quesos... 

Una forma interesante de pasar un domingo, ¿verdad?

domingo, 25 de septiembre de 2016

Finde de playrejitas

¡Hola a tod@s! Y en especial a Koplick y Juclick :-) Vaya buen fin de semana hemos pasado los cuatro juntos.

Ha sido una visita express pero la hemos aprovechado estupendamente. Como ha hecho muy buen tiempo casi no hemos parado en casa, empezando el sábado por una completa visita a Ávila, con sus chuletones y, por supuesto, con su muralla. La verdad es que hacemos un buen grupo, ¿verdad?


Koplick, por supuesto, tampoco perdió la oportunidad de inmortalizar el momento con su modelo favorita:


Y como no podía ser de otra manera teniéndola tan cerca (pese a la carretera infinita), el domingo nos acercamos a Salamanca, con su preciosa plaza mayor, llena de ventanas, y sus catedrales, alimentándonos con unas muy ricas tapas y un buen postre siciliano. ¿A que hacen buen pareja?


Gracias a los dos por un gran fin de semana. Ya queda menos para repetir ;-)


viernes, 16 de septiembre de 2016

El mundo a mis pies


Aquí estoy, enfrascada en una nueva (y ambiciosa) manualidad que me está llevando mucho más tiempo del previsto pero que hará que el mundo se quede bajo mis piececitos ;)

Espero poder terminarlo antes de que vuelva Click... 



jueves, 8 de septiembre de 2016

Rietberg

¡Hola! Como habéis visto, este verano en Zürich fue bastante animado. Hoy voy a compartir con vosotros mi rincón favorito de la ciudad: el Parque Rietberg, un lugar poco conocido pero realmente precioso al que yo suelo ir casi a diario, mientras Click está en la oficina, pobrecito.


Originalmente fue una Villa privada donde famosos escritores y músicos venían a veranear... Hoy sus edificios albergan una selecta y muy interesante colección de Arte no occidental. Hay de todo: hindú, chino, japonés, diversas variantes africanas y, sí, también arte maorí.


Sus impresionantes jardines están organizados en diferentes ambientes: grandes extensiones de césped donde tomar el sol o disfrutar de los ricos desayunos del museo...


... estanques con estatuas y cactus, o zonas agrestes en las que perderse...


... o una preciosa alameda para sentarse a leer. Otra ventaja del Rietberg es que, al estar tan poco frecuentado, es un sitio estupendo para hacer un poco de running y así quemar las calorías de los bombones :)


¿Verdad que es un lugar magnífico? ¿Cuál es vuestro rincón favorito de Suiza? 


viernes, 2 de septiembre de 2016

Feria Medieval de Ávila

Pues sí, las vacaciones se acaban... pero poquito a poco :) Ya sabéis que Septiembre es un mes "lento" y que, entre exámenes y burocracia, incluye un animado finde medieval: las calles se engalanan y la gente (locales y turistas) abarrotan la ciudad amurallada. Así que me vestí de nuevo de Lady Clicka para disfrutar la Feria con mi amiga Clackmila.


Hay muchas actividades orientadas a los kekos más pequeños: teatro de marionetas, actuaciones de juglares... Uno de los puntos fuertes es El Torneo. Este año, como novedad, también hay justas infantiles y, como veis, a Jonathan le faltó tiempo para subirse a un pony y lanzarse a la carrera, jeje.


Pasear por los abundantes puestos callejeros de comida y artesanía siempre es interesante y permite observar los más variopintos atuendos medievales.


Por las tardes hay exhibición de cetrería. El vuelo de los halcones siempre arranca aplausos entre el público.


Y para finalizar el día, nada mejor que una cerveza fresquita en una "taberna" con los amigos:


¿A qué esperáis para venir a disfrutar de la Feria Medieval de Ávila?