miércoles, 29 de junio de 2016

Madrid y sus cosas

¡Hola! Hoy, a punto de terminar oficialmente un intenso curso, me acerqué a Madrid, una ciudad que tiene sus cosas buenas y sus "peculiaridades"... Hoy me tocó un día de los "raros".

Para empezar, pretendía comprar unas cuantas telas japonesas para hacerme un kimonito al estilo de mi amiga Klimiko. Tras informarme adecuadamente, llego, en perfecto horario comercial, a la tienda en cuestión pero ¡está cerrada! Ah, no, que la dueña está dentro. Me ve. No hace nada. Pico en la puerta. Me mira. Se lo piensa. Se levanta. Se acerca (despacio) y abre la puerta. "Es que cierro con llave para que no entre gente", dice. Ah, claro. Pura lógica comercial: ningún empresario que se precie quiere que los potenciales clientes entren a gastar dinero en su negocio... Suspiro. Pido ver las telas, me interesa comprar varios metros. No puede ser, sólo venden retales de 50 cms. "Es que son telas caras y la gente no compra piezas de mayor tamaño", me explica. ¿Cómo? ¿Los madrileños tacañeando? Pero si por aquí todos presumen de vivir en la Castellana y comprar hasta el pan en el Barrio de Salamanca... Vuelvo a suspirar, doy las gracias y me voy.

Me acerco al Museo Reina Socklía, donde me estaba esperando un guía muy especial: ¡el mismísimo Pablock Picasso!


Me acerco a la taquilla y pido una entrada con mi tarjeta de "teacher". El taquillero, que me había saludado muy amablemente, ahora me pone mala cara. No consigo descubrir qué es lo que le molesta: que puedo entrar gratis a los museos o que tengo 3 meses de vacaciones... Recojo mi entrada y pongo la mejor de mis sonrisas para dedicarle un "Ventajas de haber estudiado. Que tenga un buen día".  


Una vez dentro, Picasso me hizo un completo recorrido por la exposición permanente (cosa harto difícil, dado el caos y la falta de lógica en la organización de este museo). En "su" sala había una reconstrucción PER-FEC-TA del Pabellón de España para la Expo de 1937, cuya pieza estrella fue el Guernica. Pero no pude hacer ninguna foto. En la sala más importante del museo prohíben hacer fotos. Claro, pensaréis, para luego comprar pósters, maquetas y libros en la tienda del museo. No, os responderé yo, porque no los hay. Lo que si hay son peluches, tazas y cuadernos para colorear. Repito: la lógica comercial en Madrid va al revés.


Lo que sí pude conseguir, después de mucho rebuscar, es un auténtico sello homenaje, pintado por Ckloan Miró, en el centenario del nacimiento de Picasso. Una pieza realmente interesante y que hace que mi excursión haya, finalmente, merecido la pena. El sello ya luce, orgulloso en mi vitrina, junto al de Alatriste. 

De nuevo en Chamartín, un amable camarero me dibujo un helecho en mi café con leche. Así, más animada, me subí al tren para continuar la lectura de "Churchill and Malta's war". 

¿Cuáles son vuestras mejores anécdotas de Madrid?

jueves, 23 de junio de 2016

La noche más larga

Aprovechando el solsticio de verano, he sacado mi lado celta para hacerme una mini hoguera en mi terraza y, conjuro mediante, quemar (literalmente) los "malos rollos" que, en mi caso, tienen forma de calendario y papeleo administrativo...


Y después, para celebrar que se acabaron las clases, un homenaje gastronómico: copita de vino y jamoncito del bueno. Es una lástima que Click nunca pueda celebrar esta noche en casa...


Y vosotros, ¿cómo celebráis esta noche? 



lunes, 20 de junio de 2016

Siempre - siempre, Rico - rico


¡Hola! Seguimos con la boda o, mejor dicho, con la fiesta. Al finalizar la sesión de fotos con Mike, volvimos al hotel donde, tras la correspondiente lluvia de arroz, hicimos pasar a la familia a la elegante sala donde celebraríamos el banquete. ¿Queréis saber en qué consistió el menú?

Comenzamos con unos entrantes a base de un riquísimo carpaccio de pez espada (mmmmm), ensalada de tomate cherry y mozarella, calamares fritos y mejillones picantes...

Seguimos con una suave crema de queso gruyere y espárragos (mmmmm otra vez), a lo que siguió un primer plato de tagliatelle con jamoncito crujiente.

Con nuestros pequeños estómagos bastante saciados ya, nos enfrentamos al plato principal: un trío de pescado (salmón, atún y corvina negra) con un sabroso acompañamiento vegetal.

Pero...¡siempre hay sitio para un postre! ¡o para tres! Oficialmente, el postre era una tartaleta de limón con frutas del bosque que hizo las delicias de Click:


Pero, obviamente, no hay boda sin tarta nupcial. Y como no podía ser de otra manera, nuestra impresionante tarta era de chocolate con chocolate, haciendo las delicias de Clicka J:


Y sí, habéis leído bien: eran 3 postres, puesto que el regalo que hicimos a los invitados consistía en... ¡bombones de Sprünclick! Como véis, se trataba de una edición especial encargada días antes en Zúrich: 


Pero para especial-especial, el baile nupcial que nos marcamos. Aunque para eso tendréis que esperar unos días más, a que hagamos la digestión de tan pantagruélico menú.



domingo, 12 de junio de 2016

Wedding photo shooting

¡Aquí estamos! Habíamos quedado pendientes de contaros la sesión de fotos... Tras hacernos la primera foto oficial como matrimoclick en la Embajada, enviamos a nuestras familias a disfrutar de un apero en el hotel mientras nosotros paseábamos por la bella Valletta.

Como hacía un día magnífico, las fotos quedaron espectaculares. Primero fuimos al puerto, para que Mike nos retratara con nuestro querido mar Mediterráneo: 



Después, por petición expresa de la novia, nos fotografiamos en los Barraka Gardens, con un bonito templo neoclásico a nuestras espaldas:


Aunque la parte más divertida de la sesión tuvo lugar en el Bridge Bar donde cedí a Click mi ramo para poder pasear a gusto por las escaleras y terrazas del lugar.


Así de guapos y elegantes posamos con el intenso rojo de balcones y cabina telefónica. Muy British, ¿verdad?


Tras una último foto con nuestro chófer y el Jackluar, pusimos rumbo al hotel, donde sorprenderíamos a los invitados con un suculento menú...


domingo, 5 de junio de 2016

Oporto

¡Olá a tod@s! Otro alto en la narración de la "Gran Aventura" puesto que, como nuestros más fieles seguidores recordarán, este finde es nuestro aclickversario (o lo era, porque ahora tendremos otro más importante, jeje). Y para celebrarlo nos fuimos de viaje, claro.


El destino escogido, ya lo veis, fue Oporto. Aunque aquí estamos disfrutando de los famosos y bellos azulejos de su estación de tren, llegamos en coche...


El tiempo fue muy bueno: solecito y calor desde temprano, tal como veis en la Plaza de la Libertad, con el edificio modernista del Ayuntamiento al fondo.


Por supuesto, hicimos una parada en el célebre Café Majestic. El local, el servicio y el café eran excelentes; y las natas de Belem también, pero no dio tiempo a hacerles foto... 


El Duero separa Oporto de Gaia pero en ambas riberas hay un ambiente muy animado y agradable. Aunque es en la zona de Gaia donde se concentran las bodegas del conocidísimo "caldo". Así que tras conocer, de primera mano, las embarcaciones tradicionales que lo transportaban...


...y recorrer el interior de una de las bodegas, aprendiendo cosas muy interesantes...


... disfrutamos de una cata especial, acompañada de unos ricos bombones. Y es que la gastronomía portuense bien merecería una entrada propia. Digamos tan sólo que la "francesinha" es un rico y muy contundente plato a base de... ¡todo!


Otra gran escapada en  nuestra historia viajera que, como siempre, salió a pedir de boca. En la próxima entrada, retomaremos la "Wedding story"...