miércoles, 31 de agosto de 2016

¡No puede ser!


- ¡¡¡Click!!! ¡¡¡Qué se me acaban las vacaciones!!!
- Puedo oír a Calvin y Jonathan diciendo Hello...
- ¡¡¡Click!!!
- Mogollón...
- Sí, sí, mogollón, pero las vacaciones se me acaban igual :-P


domingo, 28 de agosto de 2016

Digamos que es arte...

¡Hola de nuevo! ¿Qué tal estáis? Como Clicka aún sigue de vacaciones por la tierrina me vuelve a tocar a mí contaros encantado de hacerlo otra de nuestras excursiones de este fantástico verano :-)
 
Ya antes de venir a Zúrich, Clicka me comentó un día... "Click, he visto que hay un museo muy bonito en Rappersclick... ¿te gustaría ir a verlo?". Y claro, a mí poco más me hace falta que me pida algo con esa sonrisa para decir: "¡¡Pues claro!!".
 
Así que un sábado nos acercamos a Rappersclick en tren y, bajo un sol y un calor más que respetable, fuimos caminando hasta el museo, que era una colección privada de arte moderno... Bueno, ya no tan moderno, porque anda que usar cintas VHS gigantes para construir una plaza...
 
 
También había algunas estatuas curiosas, como ésta de un pajarito que sabiamente se protegía del sol...
 
 
Pero sin duda lo más llamativo era la colección de árboles de muchos países diferentes, como estos Boletus Arbolienses, que parecen traídos del País de las Maravillas o de la Aldea de los Pituclicks...
 
 
Y bien... ¿qué os parece? En mi opinión, desde luego que es arte, pero todavía les queda para llegar al nivel de los maestros ;-)
 
 

miércoles, 24 de agosto de 2016

Sobre los árboles

¡Hola a tod@s! Sí, ya sabemos que hemos bajado nuestra frecuencia de publicación, pero la excusa es buena pues no hemos tenido tiempo debido a que ¡¡está siendo un verano espectacular!! Bueno, no sólo el verano, sino todo el año... Uhmmm, la verdad es que está siendo espectacular desde que conocí a Clicka :-)
 
Pero a lo que íbamos, que me voy por la tangente... Pues sí, aquí estamos retomando este vuestro blog y hoy me toca a mí contaros precisamente una de nuestras excursiones veraniegas. Fue al principio del verano, antes del viaje al Imperio del Sol Naciente, y en esta ocasión nos fuimos a hacer una ruta de senderismo por las afueras de Zúrich. Fue un paseo muy agradable entre árboles.... bueno, eso fue la mayoría del tiempo, porque nos encontramos con una torre-mirador que sobresalía bastante por encima de la arboleda, y me sé de una que no perdió ni un segundo en subir:
 
 
Los que me conocen saben que las alturas y yo nos guardamos un mutuo respeto, pero pese al temblor de rodillas (¡y eso que los Playmóbiles no tenemos!) yo también subí hasta arriba. Mirad que espectacular se ve... Y la vista tampoco es mala...
 
 
Una vez en tierra finalizamos nuestra ruta tranquilamente, lo cual le vino muy bien a mi estómago para volver a la normalidad, y prepararse para degustar comida callejera en medio del Züri Fäscht ¡Fiesta! ¡Fiesta!
 
 
No os alejéis demasiado, que enseguida publicaremos más entradas ;-)
 
 

lunes, 1 de agosto de 2016

Maestros chocolateros

¡Konnichiwa! Recién llegados de nuestras vacaciones estivales, cuyo destino ya habréis adivinado, y antes de empezar la narración de nuestra HoneyMoon, vamos a contaros una deliciosa experiencia de comienzos de este verano.

Después del taller chocolatero en la Suiza francófona, decidimos ampliar nuestros conocimientos reposteros en la Suiza germano-parlante y nos apuntamos a un taller doble en Lindt, a orillas del lago de Zürich. Como podéis ver, fue todo muy profesional y estuvimos adecuadamente uniformados.

La primera parte consistió en hacer ¡Trufas de Champagne!. Con las "esferificaciones" de chocolate ya listas, preparamos la mezcla y las rellenamos con cuidado ayudados de una manga pastelera:


Hay que decir que parte de la mezcla no fue a parar a las trufas de Click... ¡sino directamente a su boca! Bueno, yo también probé un poco, ejem.

Tras unos minutos en la nevera, llegó la parte más divertida: ¡sumergir las manos en chocolate para "masajear" las trufas! 



Así, bien cubiertas de chocolate fresco, pasamos a bañarlas en azúcar glass...


... para que quedaran con este magnífico aspecto. Ya sólo queda disfrutarlas (y eso se nos da muy bien).


La segunda parte del taller fue más creativa, ya que consistía en decorar una serie de pralinés. Para ello había que sumergirlos en chocolate. En mi caso, negro. Click probó también con leche y blanco.


Con la cobertura fresca y varias mini mangas pasteleras, fuimos añadiendo diferentes detalles: ojos, narices... unas almendras me ayudaron a completar un conejito de praliné muy kawaii. Incluso nos atrevimos a escribir dulces mensajes, jeje.


¿Verdad que se os hace la boca agua? ¿Os gustaría probar estas estupendas recetas?