¡Good bye, Switzerland!

¡Llegó el día! Tras 11 años, ha llegado el momento de poner punto final a la aventura suiza y volver a casa. Pero antes de cerrar este capítulo, debemos despedirnos adecuadamente de la ciudad de Zúrich. 

Un fin de semana largo e intenso. El viernes desayunamos orange cake y paseamos por algunos de nuestros lugares favoritos, como el Parque Rierberg. Y para la cena nos dimos el capricho de ir (volver) al restaurante más pijo de la ciudad donde preparan un riquísimo tartar de atún...

Pero como somos muy versátiles y nos adaptamos a todo tipo de situaciones, el sábado fuimos a comer nuestra última salclicka junto al lago... 

... y de postre, un helado junto al Tinguely, jeje. En la foto podéis ver algo que sí merece el nombre de arte: el pabellón de Le Clockbusier:

Naturalmente, había que hacer las últimas compras chocolateras. Los bombones y el magnífico transporte público serán casi lo único que echemos de menos:

El domingo, como lo habíamos planificado todo muy bien, pudimos ir al célebre brunch del Rusterei, a comer king prawns hasta reventar, jajaja.

Finalmente, llegó el momento de ir al aeropuerto y subirnos al ¿último? avión de la Swiss. Hacernos una foto en el ya vacío apartamento y cerrar por última vez su puerta fue una sensación rara, muy intensa, pero no cabe duda que el cambio, por difícil que parezca, es para mejor. 

Y quien sabe, quizá en un futuro volvamos por aquí a recordar los estupendos veranos que pasamos juntos en esta ciudad...

Mogollón.

Península de Dingle & Limerick

La Península de Dingle es el Finisterre irlandés y un lugar realmente bonito: playas grandes y pequeñas calas, prados verdes, pueblecitos con encanto y una casera en el B&B realmente agradable y amable... hasta que llegaron dos insoportables inquilinas norteamericanas con incontinencia verbal y ¡la señora nos dejó solos ante ellas! Al menos, cuando conseguimos escapar e irnos a cenar, compensamos el susto con un auténtico concierto de pub.

Al día siguiente recorrimos la península, incorporando más anécdotas (como el avispado granjero que permitía, previo pago, hacerse fotos en modo "Hold a baby lamb"): 

En Limerick visitamos el Castillo del rey John, donde aprendimos mucho sobre historia anglo-irlandesa, jugamos en la herrería (sí, Click se puso media armadura)...

... y hasta aprendimos a construir un castillo:

También intentamos visitar Thomond Park, el estadio de rugby donde una vez (en 1978) los All Blacks perdieron un partido. Pero una azafata bastante mal encarada nos informó que no podríamos añadir un nuevo ensayo por el mundo así que decidimos reorganizar el plan del día siguiente...

Cobh & Blarney & Killarney

¡Seguimos avanzando! El plan de hoy es hacer varias paradas en pueblecitos y lugares de interés, como por ejemplo Cobh.

Se trata de un antiguo enclave de pescadores, famoso por sus casitas de colores y porque fue el puerto de salida para la emigración forzosa de los 40.000 condenados al destierro en Australia (¿para qué construir cárceles teniendo una enorme isla desértica?) y los casi 3 millones de irlandeses que huyeron de la Gran Hambruna.

Otro detalle histórico: en 1915 los alemanes hundieron el crucero norteamericano Lusitania frente a las costas de Cobh, provocando la entrada de USA en la I Guerra Mundial...

La siguiente parada fue el Castillo de Blarney que, en realidad, no es más que una cáscara vacía. Click se animó a "colgarse" para besar la piedra de la elocuencia. Según la leyenda, era una almohada milagrosa que permitía descubrir la idoneidad del futuro rey (vamos, como el sombrero seleccionador de Clockwarths). No se sabe cuándo ni cómo la almohada se convirtió en piedra...

En las proximidades de Killarney nos rebelamos contra el GPS (¡¡¡Sí!!!) y en lugar de entrar en la ciudad, nos dirigimos al Ring of Kerry, un enorme parque natural donde hicimos un poco de senderismo... y nos volvimos a encontrar a nuestro amigo el leprechaum :-P

Orbayando y conduciendo por una carretera pintoresca llegaríamos al último destino del día, del que os hablaremos en la siguiente entrada. ¡Bye!

Una tarde entretenida

Lo que tienen las mudanzas y limpiezas primaverales es que a veces te encuentras cosas que casi tenías olvidadas... y claro, te emocionas, te lías a jugar y no sigues con lo que estabas haciendo, jeje. Pero ¿y el castillo tan chulo que hemos montado?

Uno más... Y llegamos a 8!!

 

Pues sí lector@s, hoy se cumplen ocho años desde que Clicka y yo empezamos este maravilloso viaje. ¡¡Y no podía haber sido mejor!!

 

Feliz mini-aclickversario, Clicka :-) ¡¡Y a partir de ahora, todas las celebraciones juntitos!!

¡¡Mogollonísimo más!!

 

 

Yago

Tal como habíamos dicho, quedaba por presentar un personaje muy importante en esta historia: Yago, un celta de la tribu de los luggones, de la recientemente romanizada provincia de Asturias... Apodado "Pintaius", por los tatuajes que esconde bajo su atuendo de piel, sin duda será bien acogido en las highlands, gracias a la tradición del hospitium. Pero... ¿qué estará haciendo tan alejado de casa?

Una vez presentados los personajes principales, "sólo" queda desarrollar la épica... ¡Casi nada!. Pero antes de empezar es importante hacer una aclaración: en este blog no se va a narrar la Historia, con mayúsculas, sino una ficción novelada (ya sabéis que yo lo hago todo de otra manera, jajaja). Por eso me he permitido numerosas licencias con los datos e incluso con los personajes.

Así por ejemplo, Boudica (Boadicea según las crónicas romanas) no fue reina de los pictos sino de los Icenos, una tribu del Este de Britannia que llegó a arrasar Londres en dos ocasiones (años 60 y 61); "Pintaius" fue un guerrero asturiano (las fuentes no especifican la tribu) que luchó en Germania, no en Britannia. Una copia de su estela funeraria puede verse en el Museo Arqueológico de Asturias.  

En cualquier caso, querid@s lector@s, espero que la narración sea de vuestro agrado y lo paséis tan bien como estos dos legionarios, que están tan contentos haciéndose un selfie desde el campamento :)

Ave!