¡¡Ya tenemos campeones!! Pues si amig@s, este espectacular mundial ya ha concluido, dejándonos con esa mezcla de sensaciones entre el disfrute vivido y la tristeza de que ya se haya acabado y tengamos que esperar otros cuatro años para sentir emociones semejantes a las que hemos tenido en estas más de siete semanas. Pero vamos allá con la última crónica de este inolvidable campeonato.
El viernes empezamos la última jornada con el duelo por la medalla de bronce entre los derrotados en las semifinales, Argentina e Inglaterra. Si bien es complicado jugar este encuentro cuando has estado tan cerca de llegar a la final, también es cierto que esto es rugby y eso significa que no hay partido pequeño ni menos importante, y lo pudimos comprobar en este disputado choque. Los de la rosa salieron con mucha fuerza y con placajes muy duros, abriendo rápido una importante brecha en el marcador y dando la impresión de que se iban a llevar el partido fácilmente. Sin embargo los Pumas nunca se vinieron abajo y redujeron diferencias para, tras pocos minutos después de comenzar el segundo tiempo, dar la vuelta al partido. Pero poco les duró la alegría porque un minuto después los ingleses volvían a ponerse por delante en el luminoso. Y desde ahí hasta la conclusión del choque las indisciplinas de unos y otros, y las transformaciones (o no) de los correspondientes golpes de castigo mantuvieron la emoción hasta el pitido final, al cual se llegó con una escasa diferencia de tres puntos a favor de los ingleses que les permitió colgarse la medalla por el tercer puesto. Enhorabuena a los Pumas por haber llegado tan lejos y seguir creciendo de esta manera en el mundo oval, y felicidades a los británicos porque, como ya he comentado en anteriores entradas, nos han asombrado a todos alcanzando semejante logro cuando apenas contaban en las apuestas antes de empezar este mundial. Argentina 23 - Inglaterra 26.
Y el sábado llego el partido entre los partidos: la final entre los dos mejores del campeonato y del mundo, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Atrás quedaron las conjeturas acerca de quién llegaría a este encuentro, quiénes estaban mejor o peor, quién se lo merecía más que otros, quiénes queríamos que estuviesen ahí o no, etc. La hora de la verdad había llegado y kiwis y bokkes eran los que habían dejado atrás a todos sus rivales y quienes merecidamente se iban a disputar la gloria final. La poderosa haka de los Allblacks no intimidó demasiado a unos Springboks que salieron mucho más concentrados al encuentro con un plan definido de romper el partido cuanto antes y aguantar firmemente cuando su rival sacase las uñas. Y ese plan les funcionó, con varios golpes de castigo a favor y forzando la tarjeta roja del capitán kiwi lo que iba a suponer un duro lastre para los neozelandeses. De todas formas, los de negro nunca perdieron la cara al choque y con un trabajado ensayo se pusieron a un único punto de diferencia a falta de más de veinte minutos, pero los sudafricanos son los mejores del mundo defendiendo y así lo demostraron, llevándose la victoria final sin marcar ni un solo punto en toda la segunda parte. Enhorabuena a unos Springboks que han demostrado ser los más fuertes de los veinte participantes y que se llevan merecidamente un precioso torneo convirtiéndose además en los primeros tetracampeones del mundo. Y también felicitar a los Allblacks que partían con dudas al comienzo del mundial pero que se han quedado muy cerca de llevarse el premio máximo, para tristeza y enfado de la keka más guapa del mundo (se viene otra bronca...). Nueva Zelanda 11 - Sudáfrica 12.
Y para acabar, ya con todo definido y aclarado, la correspondiente entrega de trofeos:
¡¡Enhorabuena de nuevo, Springboks!!
- Fue impresionante y muy emocionante poder acudir a un partido con Clicka, Koplick y Oclack para además ver a los de verde en vivo y en directo. Será un recuerdo imborrable.
- Muchos participantes y algunas sorpresas, pero al final todo queda reducido a los de siempre. ¿Se podría hacer algo para tener un nuevo campeón del mundo en Australia 2027?
- En relación al punto anterior, me parece interesante lo que este lunes ha compartido World Rugby anunciando cambios para el próximo mundial, donde destacan la reducción de su duración de siete a seis semanas y el aumento de participantes de veinte a veinticuatro equipos. A ver si con estas España puede clasificarse de una vez, siempre y cuando no vuelvan a hacer trampas.
- Creo que tanto Irlanda como Francia han perdido una de las mejores oportunidades de estrenarse como campeones, pero al final han sucumbido ante el nivel y mayor experiencia en estas lides de las potencias del sur. Toca seguir trabajando...
- Gracias a Fiyi por ser la sorpresa del mundial, con su rugby alegre como siempre aunque más maduro que en ocasiones anteriores. Ese es el camino a seguir.
- Destacar también a otros equipos como Samoa, Uruguay y Portugal por animar la fiesta con su compromiso y excelente nivel, y por demostrar que hay posibilidades de crecimiento más allá de la Tier 1.
- Y para acabar, felicitar a Francia por la organización ya que es complicado planificar y coordinar un evento de semejantes características. De todas formas sí que me gustaría recomendarles que tomen medidas de cara a los Juegos Olímpicos del año que viene para ayudar a los asistentes a aliviar el calor sofocante que puede llegar a hacer.
Y con esto llegamos al final de las crónicas de este inolvidable mundial, que espero os haya gustado leerlas tanto como a mí escribirlas. ¡¡Nos vemos en el Tercer Tiempo!! Algunos ya lo están disfrutando merecidamente...
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