¡Menudo fin de semana! Duro, rocoso, fuerte, inamovible... En resumen, un ejemplo de rugby defensivo del más alto nivel que si bien no es tan vistoso como el juego rápido a la mano que a todos nos gusta ver, también es rugby y a estas alturas de campeonato el objetivo es ganar y para ello hay que usar las mejores herramientas. Pero vayamos poco a poco.
Ayer sábado asistimos a la gran sorpresa de este mundial (con permiso de la victoria nipona sobre Irlanda) donde el quince de la rosa se impuso a los, hasta ayer, todopoderosos All Blacks. Sinceramente, y viendo como había transcurrido el mundial, a mí no me sorprendió tanto pues los ingleses han mostrado una imagen más constante que los Kiwis a lo largo de estas apasionantes semanas. Pero ayer sin duda jugaron uno de sus mejores encuentros de los últimos años con una agresividad defensiva que impidió a los neozelandeses abrir el campo y con una resistencia física impresionante que les permitió atajar cualquier intento de reacción Kiwi. Enhorabuena a los británicos por un gran encuentro y a los de nuestras antípodas no les digo nada porque menuda bronca les está cayendo ya de una decepcionada aficionada. Inglaterra 19 - Nueva Zelanda 7.
Y hoy domingo pudimos disfrutar de la segunda semifinal, mucho más igualada que la primera, entre sudafricanos y galeses. Ya se sabía que los Springboks iban a intentar pasar el rodillo con su poderosísima delantera, pero los galeses no se escondieron y respondieron con las mismas armas, basando ambos su juego en el choque de las primeras líneas y las patadas sobre la defensa. El marcador estuvo igualado hasta los últimos momentos y olía a que el partido se decidiría con un drop pero un golpe de castigo a favor de los sudafricanos les permitió llegar con ventaja al final del encuentro y clasificarse para la final. Mi apoyo iba hoy con los Dragones, pero no pudo ser así que no queda más que felicitar a los de verde y oro por alcanzar este gran hito. Gales 16 - Sudáfrica 19.
Ya sólo quedan dos partidos para terminar este grandísimo mundial. El primero será la final de consolación entre Nueva Zelanda y Gales del próximo viernes, y luego el sábado tendremos el encuentro que todos hubiesen querido jugar, pero al que sólo ingleses y sudafricanos han llegado: la gran final. Me hubiese gustado que tuviese más color verde esmeralda pero creo que es la final más justa después de lo visto a lo largo del torneo. ¡¡Buena suerte a ambos y que gane el mejor!!
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