domingo, 27 de octubre de 2019

RWC 2019 - Semifinales

¡Menudo fin de semana! Duro, rocoso, fuerte, inamovible... En resumen, un ejemplo de rugby defensivo del más alto nivel que si bien no es tan vistoso como el juego rápido a la mano que a todos nos gusta ver, también es rugby y a estas alturas de campeonato el objetivo es ganar y para ello hay que usar las mejores herramientas. Pero vayamos poco a poco.

Ayer sábado asistimos a la gran sorpresa de este mundial (con permiso de la victoria nipona sobre Irlanda) donde el quince de la rosa se impuso a los, hasta ayer, todopoderosos All Blacks. Sinceramente, y viendo como había transcurrido el mundial, a mí no me sorprendió tanto pues los ingleses han mostrado una imagen más constante que los Kiwis a lo largo de estas apasionantes semanas. Pero ayer sin duda jugaron uno de sus mejores encuentros de los últimos años con una agresividad defensiva que impidió a los neozelandeses abrir el campo y con una resistencia física impresionante que les permitió atajar cualquier intento de reacción Kiwi. Enhorabuena a los británicos por un gran encuentro y a los de nuestras antípodas no les digo nada porque menuda bronca les está cayendo ya de una decepcionada aficionada. Inglaterra 19 - Nueva Zelanda 7.


Y hoy domingo pudimos disfrutar de la segunda semifinal, mucho más igualada que la primera, entre sudafricanos y galeses. Ya se sabía que los Springboks iban a intentar pasar el rodillo con su poderosísima delantera, pero los galeses no se escondieron y respondieron con las mismas armas, basando ambos su juego en el choque de las primeras líneas y las patadas sobre la defensa. El marcador estuvo igualado hasta los últimos momentos y olía a que el partido se decidiría con un drop pero un golpe de castigo a favor de los sudafricanos les permitió llegar con ventaja al final del encuentro y clasificarse para la final. Mi apoyo iba hoy con los Dragones, pero no pudo ser así que no queda más que felicitar a los de verde y oro por alcanzar este gran hito. Gales 16 - Sudáfrica 19.


Ya sólo quedan dos partidos para terminar este grandísimo mundial. El primero será la final de consolación entre Nueva Zelanda y Gales del próximo viernes, y luego el sábado tendremos el encuentro que todos hubiesen querido jugar, pero al que sólo ingleses y sudafricanos han llegado: la gran final. Me hubiese gustado que tuviese más color verde esmeralda pero creo que es la final más justa después de lo visto a lo largo del torneo. ¡¡Buena suerte a ambos y que gane el mejor!!


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