¡Bienvenid@s a un nuevo lunes de mitología! El siguiente trabajo de nuestro protagonista tenía poco de heroico: debía limpiar los enormes establos del rey Augías, que albergaban a varios cientos de animales. Hércules, aconsejado por su hermanastra Atenea, gran estratega, lo que hizo fue desviar un río para que cruzara por el interior del establo y así las aguas se llevasen por delante toda la porquería acumulada...
Después tuvo que robar las yeguas de Diomedes, el despiadado rey de Tracia que las alimentaba con los cuerpos de sus enemigos. Hércules fue ayudado en esta ocasión por los gemelos Cástor y Pólux, hijos de la princesa Etolia Leda y de Zeus (o sea, que también eran hermanastros suyos. Si a la mitología griega le quitamos la vida sentimental de Zeus, se nos queda en nada, jajaja):
Hércules llevó las yeguas al Olimpo, como regalo a Hera, para aplacar su furia. Hera aceptó el regalo y prometió no volver a enviarle serpientes venenosas, pero aún debía acabar el listado de trabajos encomendados, así que... ¡habrá más entradas en este blog! ¿No es buena noticia?
Pero eso será más adelante porque, como ya sabéis, marzo es un mes bastante ajetreado entre 6Naciones, cumpleaños y aniversarios ;)
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