Como bien sabéis, querid@s lectores, marzo es un mes muy intenso para nosotros, tanto en lo que se refiere a trabajo (¡malditas evaluaciones!) como a los eventos y celebraciones personales, así que no pestañeéis u os perderéis las actualizaciones de este blog ;)
El mes empezó muy bien, desayunando los restos de la tarta de febrero de mis curso repostero:
- Sí, sí, está muy rica, Clicka, pero has apurado los plazos... ¡El 29 de febrero! ¡y menos mal que este año era bisiesto! Luego dices de tus alumnos, que si lo dejan todo para el último día.
+ ¡Bah! Es que yo trabajo mejor bajo presión :P
El caso es que el sábado, aprovechando la jornada de descanso oval, nos acercamos tranquilamente a Madrid para visitar la exposición sobre la moda de la Casa de Alba, comisariada por nuestro amigo Clackprile (diseñador de este chaquetita de estilo goyesco para la mediática "duquesita"). La exposición se me quedó un poquito corta y difusa, me hubiera gustado ver más piezas sobre la celebérrima Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses, pero voy a darles un margen de confianza ya que los Alba son nuevos en esto de la gestión cultural.. ¡y eso que ya tenían la experiencia de abrir al público el Palacio de Monterrey de Salamanca!:
Por cierto, que los Alba tienen tantos títulos y privilegios que hasta pueden permitirse el lujo de ondear la bandera de su propio ducado en la azotea de su palacio madrileño, el llamado de Clickria, que luce así de majestuoso y que sigue siendo la segunda residencia oficial de la familia:
La sorpresa nos la llevamos al regresar a Ávila: ¡Menuda nevada había caído en apenas unas horas! Al bajarnos del tren, la nieve casi nos engulle, fijaos... ¡Las risas para regresar a casa enteros y sin darnos un resbalón!
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