jueves, 1 de abril de 2021

¡Una buena noticia!

Querid@s lectores: ¡ya estoy vacunada! Pues sí, a pesar de una organización un poquito precipitada, el lunes por la mañana recibí la primera dosis de mi vacuna contra el covid. La situación fue más o menos así:

- Hola. ¿Has tenido covid en los últimos 6 meses?

+ Creo que no

- ¿Antibióticos? ¿Alergias? 

+ No, no.

- Perfecto, siéntate aquí. ¿Quieres hacerte un selfie mientras te pincho?

+ ¡Uy! ¿Puedo? ¡Sí, claro!



Luego tuve que esperar 15 minutos, sentadita muy formal junto a otras profes, por si acaso. Como todo parecía ir bien, me marché a buscar a Click, que estaba un poquito celosillo por no poder vacunarse aún, jeje.


Peeeeeero... por la noche empezó a subirme la fiebre y a dolerme el cuerpo, como cuando pillas un gripazo. ¿Cómo es posible, si el reconocimiento médico de hace apenas un mes dio unos resultados impresionantes? Pues justo por eso: al parecer, al tener un sistema inmune tan sano y fuerte, mi cuerpecito playmobilero reaccionó con virulencia ante lo que creía un invasor. Pasé una noche toledana y Click, preocupado, estuvo pendiente de mi todo el tiempo:


Pero a base de paracetamol, zumo de naranja y descanso, empecé a recuperarme. A la tarde del día siguiente ya estaba en condiciones de ver la muy reñida final de "Maestros de la clockstura" (os hablaré de ella en el próximo post) mientras Click seguía mimándome:


Para comprobar que ya me había recuperado del todo, hoy decidimos caminar 12 kilómetros por la senda de Azálvaro, aquí en Ávila, y todo fue bien (sobre todo, ¡los donetes que me comí a la vuelta, jajaja!). ¡Ahora sólo falta esperar a la siguiente dosis!

Aunque todavía queda mucho camino por recorrer y debemos seguir manteniendo todas las precauciones, nos sentimos más tranquilos y optimistas, pues por fin empieza a intuirse el final de toda esta maldita situación.


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