¡Hello! Aquí estamos con una nueva entrega de la mejor HoneyMoon del Mundo Mundial... Hasta ahora Rotorua había sido impresionante pero aún guardaba sorpresas increíbles. El Parque de Waio-tapo vuelve a ser una combinación de actividad volcánica y geotermal pero con nuevos y fascinantes elementos.
Por ejemplo, la Champagne Pool: un burbujeante lago de colores. Puedes caminar sobre sus aguas J (mediante una pasarela a ras de la superficie) pero mejor no metas la mano dentro...
Tras pasear entre cuevas y pináculos de azufre se llega a la Gran Terraza de Sílice. Está formada por la milenaria acumulación de los sedimentos minerales que el agua de la Champagne Pool deja de camino al Lago Verde.
Verde, verde. A base de azufre y arsénico. Lo cual, como veis, no impedía la existencia de monstruos antediluvianos:
¿Creéis que ya lo habéis visto todo? ¡Craso error! Lo mejor estaba al final: el Lago Amarillo (¿o deberíamos decir "fosforito"?). La acidez, claro, es extrema. Y si no, que se lo pregunten a los amigos supervivientes del pajarito Johnny. Es que menudo "barrio" escogen para anidar...
Fue difícil (dimos la vuelta 3 veces para ver de nuevo este lago al que la foto no hace justicia) pero finalmente nos despedimos de Rotorua para dirigirnos a... Mordor...
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