Trepidante comienzo de torneo, ¿verdad? Pero entre melé y melé, y desde el magnífico Clicks of Moher, voy a seguir con la narración de las navidades a la portuguesa que hemos pasado tan ricamente al solecito. Y es que el 1 de enero amaneció con un tiempo espléndido para recorrer Olhao...
...o Tavira, un pueblecito con bastante encanto. Eso sí, tal como le estoy explicando a Click (quien no se esperaba recibir chapa histórica ya desde el día 1), el puente romano no es romano:
Seguimos hasta Cacela Vehla, cuya "fortaleza" es un muro con una garita :P Lo que sí fue agradable fue el paseo entre chumberas (supuestamente hogar de camaleones, pero estaban bien camuflados) hasta la finísima arena de la marisma:
Breve parada para admirar los salones y los jardines del palacio de Estoi...
...y nos vamos a la sierra, donde hicimos la pequeña ruta de Fonte de Benémola. Como apunte ornitológico de interés: los petirrojos portugueses tampoco se dejan fotografiar. ¿Pero qué les pasa a estos pájaros? ¡Jo!
De regreso en Faro, cenamos picanha, es decir, un corte de carne de ternera muy típico de Brasil y que fue rápidamente adaptado por los portugueses. Por la expresión de Click, ya supondréis que estaba rico, jeje:
¿Qué otras sorpresas nos tendrá reservadas la costa atlántica? ¡Atentos a la próxima jornada viajera!
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