¡Hola lector@s! ¡Menuda segunda jornada! Acabamos de empezar y esto ya es una verdadera locura, con un montón de sorpresas, anécdotas y, sobre todo, rugby de muchos quilates. Pero vayamos fase a fase...
El sábado arrancamos con el choque entre Italia y Gales en la Ciudad Eterna, un duelo que años atrás sólo habría tenido color rojo pero que hoy en día es completamente azzurro. Y es que, como se veía venir, Gales sigue sin dar señales de vida machacada por sus problemas financieros que está obligando a sus jugadores a emigrar y perder así la opción de ser seleccionables (problemas de la profesionalización del deporte...). Por otro lado, los transalpinos llevan años mejorando y con un rugby rápido a la vez que físico, dominaron este choque desde el principio hasta el final y dejaron en bandeja la cuchara de madera a un quince del puerro donde sus jóvenes jugadores pusieron todo su empeño, pero sin el resultado que les habría gustado. Al arrancar el encuentro todo parece mucho más fácil con los uniformes limpitos y el balón preparado...
El segundo partido del sábado enfrentó a Inglaterra contra Francia en el impresionante Twickenham (lo siento, pero yo no voy a usar su nuevo nombre comercial). A estas alturas de blog, ya deberíais haberos dado cuenta de que los de la rosa y los del gallo no son mis equipos preferidos, pero eso no quita para reconocer que jugaron un auténtico partidazo. El primer fin de semana de este torneo Inglaterra dio señales de recuperación aguantando frente a Irlanda buena parte del choque, pero en esta segunda jornada fueron un paso más allá; llegaron al descanso con un ajustadísimo empate en el marcador gracias a un juego muy ordenado y aprovechando los errores de manejo de los franceses. Y en el segundo tiempo mantuvieron la igualdad con un público entregado y siempre respetuoso (a diferencia de los espectadores franceses que se pusieron a cantar en medio de un pateo... Si es que hay cosas que no cambian). Pero el momento cumbre del encuentro llegó con el tiempo ya cumplido y con una Francia que se acababa de poner por delante en el marcador por apenas seis puntos, y fue ahí cuando los ingleses consiguieron un último ensayo casi bajo palos que una vez transformado les dio la victoria en un Le Crunch inolvidable, evitando el Grand Slam de Les Bleus y permitiendo soñar a los británicos. Sin duda no fue el día de los del gallo, donde hasta el increíble Antoine Clukpont cometió varios errores en el manejo del balón:
Y cerramos la jornada en Edimburgo con el choque celta por excelencia entre Escocia e Irlanda. Los Highlanders querían demostrar que este año podían competir con cualquiera mientras los irlandeses querían aprovechar la derrota gala del día anterior para situarse en cabeza en solitario y ser los únicos con opciones de llevarse el ansiado Grand Slam. Y entre esos dos deseos, fueron los de la Isla Esmeralda los que consiguieron el suyo ya que desde el primer minuto sacaron el rodillo y no dieron apenas opciones a los del cardo, que únicamente ofrecieron atisbos de reaccionar con un espectacular ensayo al finalizar el primer tiempo y algo de empuje alocado al volver de vestuarios. Pero los del trébol están un par de escalones por encima y enseguida pusieron orden de nuevo para llevarse una cómoda victoria, consiguiendo además el bonus ofensivo y confirmando su favoritismo de cara a adjudicarse el torneo. Ahora bien, todo hay que decirlo y es que los caledonios se vieron seriamente perjudicados cuando al poco de comenzar el encuentro dos de sus mejores jugadores chocaron fuertemente entre sí de manera fortuita, viéndose obligados a ser sustituidos (¡esperemos que se recuperen pronto y sin problema!):
Y antes de cerrar, y como hice la semana pasada, de nuevo felicitar a los Leones porque el domingo confirmaron su clasificación para el mundial de Australia 2027. La victoria de la semana anterior contra Países Bajos fue clave, pero la confirmación matemática se consiguió al vencer, casualidades de la vida, a la selección de Suiza. Fue un partido extraño donde los nervios no dejaron jugar a España lo bien que saben, pero se cumplió el objetivo y ahora hay más de dos años por delante para seguir creciendo y prepararse en condiciones para semejante evento, y siempre cruzando los dedos para que nadie traspapele algún documento o publique cualquier cosa que de nuevo tire por la borda el trabajo completado en el campo. Y el próximo domingo choque contra los Lelos georgianos para decidir la primera plaza del grupo en el Rugby Europe Championship 2025.
El segundo partido del sábado enfrentó a Inglaterra contra Francia en el impresionante Twickenham (lo siento, pero yo no voy a usar su nuevo nombre comercial). A estas alturas de blog, ya deberíais haberos dado cuenta de que los de la rosa y los del gallo no son mis equipos preferidos, pero eso no quita para reconocer que jugaron un auténtico partidazo. El primer fin de semana de este torneo Inglaterra dio señales de recuperación aguantando frente a Irlanda buena parte del choque, pero en esta segunda jornada fueron un paso más allá; llegaron al descanso con un ajustadísimo empate en el marcador gracias a un juego muy ordenado y aprovechando los errores de manejo de los franceses. Y en el segundo tiempo mantuvieron la igualdad con un público entregado y siempre respetuoso (a diferencia de los espectadores franceses que se pusieron a cantar en medio de un pateo... Si es que hay cosas que no cambian). Pero el momento cumbre del encuentro llegó con el tiempo ya cumplido y con una Francia que se acababa de poner por delante en el marcador por apenas seis puntos, y fue ahí cuando los ingleses consiguieron un último ensayo casi bajo palos que una vez transformado les dio la victoria en un Le Crunch inolvidable, evitando el Grand Slam de Les Bleus y permitiendo soñar a los británicos. Sin duda no fue el día de los del gallo, donde hasta el increíble Antoine Clukpont cometió varios errores en el manejo del balón:
Y cerramos la jornada en Edimburgo con el choque celta por excelencia entre Escocia e Irlanda. Los Highlanders querían demostrar que este año podían competir con cualquiera mientras los irlandeses querían aprovechar la derrota gala del día anterior para situarse en cabeza en solitario y ser los únicos con opciones de llevarse el ansiado Grand Slam. Y entre esos dos deseos, fueron los de la Isla Esmeralda los que consiguieron el suyo ya que desde el primer minuto sacaron el rodillo y no dieron apenas opciones a los del cardo, que únicamente ofrecieron atisbos de reaccionar con un espectacular ensayo al finalizar el primer tiempo y algo de empuje alocado al volver de vestuarios. Pero los del trébol están un par de escalones por encima y enseguida pusieron orden de nuevo para llevarse una cómoda victoria, consiguiendo además el bonus ofensivo y confirmando su favoritismo de cara a adjudicarse el torneo. Ahora bien, todo hay que decirlo y es que los caledonios se vieron seriamente perjudicados cuando al poco de comenzar el encuentro dos de sus mejores jugadores chocaron fuertemente entre sí de manera fortuita, viéndose obligados a ser sustituidos (¡esperemos que se recuperen pronto y sin problema!):
Y antes de cerrar, y como hice la semana pasada, de nuevo felicitar a los Leones porque el domingo confirmaron su clasificación para el mundial de Australia 2027. La victoria de la semana anterior contra Países Bajos fue clave, pero la confirmación matemática se consiguió al vencer, casualidades de la vida, a la selección de Suiza. Fue un partido extraño donde los nervios no dejaron jugar a España lo bien que saben, pero se cumplió el objetivo y ahora hay más de dos años por delante para seguir creciendo y prepararse en condiciones para semejante evento, y siempre cruzando los dedos para que nadie traspapele algún documento o publique cualquier cosa que de nuevo tire por la borda el trabajo completado en el campo. Y el próximo domingo choque contra los Lelos georgianos para decidir la primera plaza del grupo en el Rugby Europe Championship 2025.
¡¡Enhorabuena Leones!!
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