¡Hola lector@s! Continuamos con la narración de nuestras vacaciones en Puglia y, como os comentaba en la anterior entrada, seguimos desde Otranto. Tras la fantástica cena y una noche tranquila, comenzamos la jornada con un desayuno completo y realmente casero, ya que el esponjoso bizcocho de manzana lo había hecho la orgullosa camarera.
Con un cielo azul del que sólo se ve en el Mediterráneo, dimos un bonito paseo por el centro de Otranto donde destacan el imponente Castello Aragonese con guía exclusivo...
Cómo no, también visitamos alguna que otra iglesia, como la Chiesa di San Pietro que nos abrió la guardesa para nosotros y que así pudiésemos disfrutar de sus numerosos frescos bizantinos...
... o la Cattedrale di Santa Maria Annunziata, donde todo el suelo es un mosaico gigantesco, aunque sin la calidad de otros que hemos visto:
Nos subimos al coche para de Otranto dirigirnos a Lecce, también llamada la Florencia del Sur o La Dama del Barroco ;sobre lo primero creo que es exagerado porque se queda un poco lejos de la ciudad de Clickenlanguelo, pero sobre lo segundo, sin duda que es verdad, ya que ignorando el anfiteatro romano (se ve pero no se toca)...
... todo lo demás es una saturación excesiva de arte e iglesias barrocas, donde destacan Basilica di Santa Croce...
Y que conste que de esas iglesias de más arriba es de las que tenemos pruebas gráficas porque entre las que se incluían en el Bono Lecceclesiae y las que había a mayores, creo que a estas alturas ya habíamos superado el millón de centros religiosos y sólo era el segundo día. Menos mal que pudimos relajarnos probando las famosas y muy ricas orechiette (Clicka con brócoli (no comments) y yo con pesto), y pasear tranquilamente mientras degustábamos un gelatto de los de verdad.
De vuelta al coche, ponemos rumbo a Alberobello, quizás el sitio más bonito que vimos en todo el viaje pero del que os hablaremos en la siguiente entrada.
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