jueves, 10 de octubre de 2024

De Alberobello a Matera

Seguimos por Puglia... Como os comentábamos en la anterior entrada, la siguiente parada fue Alberobello, conocida como la Capitale dei Trulli, unas muy pintorescas e instagrameables construcciones pero cuyo origen no estaba pensado para el turismo sino para la evasión de impuestos y que hoy en día, si bien algunos siguen siendo viviendas, la mayoría son tiendas, restaurantes o bed&breaksfast's:


Como habíamos llegado con tiempo recorrimos el pueblo tranquilamente bajo una suave lluvia, aprovechando que los coches y autocares están prohibidos, y que el ambiente vespertino/nocturno es muy agradable ya que las hordas de turistas han abandonado el lugar y sólo quedamos los pocos que hemos decidido pasar la noche allí.

Por supuesto disfrutamos de otra rica cena, esta vez en un restaurante especializado en vinos y adornado con algún que otro pumo, un amuleto local de buena suerte:


Antes de cerrar el día, un nuevo paseo nocturno que nos dejó claro que, pese a estar en el sur, hay cosas de Italia que son transversales a todo el país:


Y al día siguiente, tras un desayuno a base de dulces caseros locales, aprovechamos una mañana luminosa como pocas para dar una última vuelta por el pueblo disfrutando de la mejor compañía y del blanco brillante de sus trulli...


...e incluso aprovechando para colarnos en alguno de ellos:


Volvemos a nuestro hotelito a recoger las maletas pero antes de marchar, ¿qué tal u
na divertida conversación con el dueño del albergo y aceptar su invitación al primer expreso del día? ¡No eran ni las diez de la mañana! Aaaaahhhh... Italia!

Subimos al coche y sin alejarnos demasiado llegamos a Locorotondo. Con algo de esfuerzo para sortear el mega-mercadillo semanal entramos en el casco histórico y descubrimos un pueblito muy cuidado y tranquilo, con múltiples callejuelas por las que perderse y edificios muy llamativos como el Palazzo Morelli:


Vuelta al coche para acercarnos a
Martina Franca que es otro pueblo típico de la zona, con potencial aunque no tan bonito como los anteriores. Eso sí, puedes obtener impecables lecciones de aparcamiento a-la-pugliesa altruistamente impartidas por una amable nonna. Toda una experiencia que te deja una cara de tonto que dura varias horas, aunque menos que las carcajadas de tu acompañante.

La siguiente parada nos llevó, tras atravesar la sorprendentemente verde campiña pugliesa y entrar en la región de Basilicata, a la singular y única ciudad de Matera, famosa por sus cuevas y su color de roca, y que yo personalmente tenía ganas de conocer tras ver en el cine a mi ídolo Clackes Bond recorrerla a toda velocidad en su flamante Clackston Martin.

La idea de hacer lo mismo en nuestro coche de alquiler pronto quedó descartada ya que el casco histórico está todo peatonalizado, aunque las vistas siguen siendo igual de espectaculares (y la ciudad también es bonita):


Lo de resolver un intrincado asunto de espionaje internacional tampoco salió adelante, así que disfrutamos recorriendo los edificios más emblemáticos como la lombarda Basilica Cattedrale di Matera 'Maria Santissima della Bruna'...


...los pocos restos del Castello Tramontano...


...o la románica Chiesa di San Giovanni Battista:


Intensa jornada que, como no podía ser de otra manera, culminamos en un restaurante-cueva con una espectacular cena a base de más antipasti, unas impresionantes pizzas y postres espectaculares. ¿Qué no hay fotos? Volved al índice de este viaje y adivinad cuales son...

Y saciados cultural y gastronómicamente, nos fuimos al hotel a descansar y prepararnos para los dos últimos días de estas vacaciones y que volverían a ser intensísimos.


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