lunes, 25 de diciembre de 2023

Poblado picto

Hace tiempo que nuestros legionarios levantaron su campamento fronterizo. La vida diaria en el asentamiento picto es más tranquila, con el ritmo pausado que imponen las cosechas... 


...y el pastoreo del ganado que, ahora que llega el frío, se trae de vuelta a las cuadras:


Las necesidades básicas de cerámicas y textiles están bien cubiertas con la animosa ayuda de l@s kekit@s de la aldea; el nuevo pozo proporciona agua fresquita de forma cómoda y la producción de cerveza este año ha sido buena y abundante...


...y todos los pictos están deseando tener alguna excusa (una nueva y épica victoria, por ejemplo) para celebrarlo y probarla:


Pero en esta época del año también hay algunas actividades importantes que llevar a cabo y por eso las hachas y herramientas deben estar a punto y bien afiladas:


Y es que hay que hacer buen acopio de leña para el invierno: afortunadamente, el bosque proporciona abundantes y magníficos recursos para las chimeneas. Es un esfuerzo comunitario que también sirve para tonificar los músculos antes de hacer otra incursión al muro:


Es también el momento de renovar y reforzar  la cubierta vegetal de las cabañas o teitos, palabra que nuestros pictos han aprendido recientemente gracias a su nuevo vecino...


...y es que Yago, el luggones, parece haberse adaptado bien a la vida en Britannia, colaborando en el esfuerzo colectivo e incluso enseñando un par de trucos, como por ejemplo montar un corro para la gueta de las ablanas y castañas:


Pero no os dejéis engañar por las apariencias. Este pequeño rincón del mundo aún se aferra a sus tradiciones y no están dispuestos a dejarse romanizar, por muy tentador que suene la promesa de unas termas con su caldarium de agua calentita... Así que, entre fartura y fartura navideñas, permaneced atent@s a las actualizaciones del blog, ejem.



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