lunes, 4 de diciembre de 2023

Azores 4. Isla Flores

Retomamos la crónica azoreña con un buen madrugón: a las 5:40 tuvimos que levantarnos para ir al aeropuerto y subirnos al avioncito de hélices que nos llevaría hasta nuestro siguiente destino: Flores, la isla más occidental del archipiélago. Está un poquito justa de comunicaciones y recursos así que los locales suelen viajar con neveritas de playa cargadas con los tuppers de la abuela, jajajaja.

La capital es Santa Cruz, una localidad tan pequeñita que se ve en menos de una hora (y eso incluyendo el chapuzón de Click en el puerto, el desayuno en una terracita y la visita a un supermercado, ejem):


Empezamos la ruta móvil con algo de decepción en sus paradas... Y es que, tras haber visitado Irlanda e Islandia, las pequeñas y casi inaccesibles columnas basálticas de Rocha dos Bordoes son un poco "¡meh!". Menos mal que el Mirador do Portal, sobre el valle de Fajazihna, tiene estas vistas tan impresionantes:


Uno de los puntos imprescindibles de esta isla es el Pozo da Riberira do Ferreiro, con su pared surcada de cascadas sobre el lago...


Llegamos a Faja Grande (200 habitantes. Desde luego, sentido del humor no les falta...). Nuestra casita está justo al final del pueblo y bien cerquita del Pozo do Bacalao, donde Click se dio un solitario chapuzón bien a gusto y yo hice algunas fotos estupendas:


Al día siguiente pretendíamos recorrer el parque de Sete Lagunas, con sus caldeiras... y su niebla. ¡Apenas se veía nada! Así que nos fuimos a la costa para hacer la corta pero exigente ruta que va de Cedros a Ponta Ruiva, y que incluye pozos de agua, turfeiras, empedrados, acantilados... 


...y terminar el mirador sobre Ihleú Furado:


El día terminaría con una buena fartura a base de pasta y costillas de cerdo, y unas preciosas fotos del atardecer aunque la mejor anécdota de la jornada la protagonizó un escuálido gatito que se nos coló en casa en busca de comida, para susto, cabreo e indignación de Click XD



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