¡Hola
lector@s! Como ya os adelantaba Clicka hace un par de entradas, de nuevo nos encontramos
en este periodo de fiestas, luces, villancicos, abrazos, buenos deseos y, también
es verdad, un poco de cinismo. Pero lo que también es verdad es que Clicka y yo
ya llevamos unas cuantas Navidades juntos montándonoslo francamente bien y esta
vez no iba a ser una excepción, que además volvimos a celebrarlas en Casina.
Para
empezar, la chef nos deleitó con un excelente menú marino a base de langostinos
con vinagreta y pimientos del piquillo rellenos de gambas y pixín. Lamento
que no haya fotos pero no estábamos para tonterías ya que el objetivo era deleitar
el paladar. Ahora bien, la farturina era curiosa así que hicimos una pausa
en el camino antes del postre que consistía en una evolución chocolateada de la Tarta de Queso a le Tragabolè de la Navidad de 2017:
Tras saciar nuestros estomaguitos por fin llegó el momento de los tan esperados regalinos. Este año Clicka recibió de Santa Clackus, entre otras cosas, unas entradas para el próximo concierto en Salamanca de Ara Maclickian (su violinista favorito), un libro de su historiadora romana preferida, entradas para el próximo monólogo de Joaclick Pajarón en Gijón, y un par de nuevos minerales para ampliar su nutrida colección:
Yo por mi parte, no me puedo quejar porque además de recibir mi primer Funclock gigante de mi admirado a la vez que temido Clack Vader...
... he debido de ser muy bueno porque he entrado en el selecto grupo de il cavallino rampante con este inigualable Ferrari 308 GTS (en la foto Clicka me dejó ponerme al volante, pero no las tengo yo todas conmigo de que sea así a partir de ahora):
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