Hello! Hora de seguir nuestra narración irlandesa... Para terminar la visita a Belfast, hicimos uno de sus famosos Black Cab Tour. Nuestro guía no fue precisamente el mejor preparado (decir que tenía un discurso bastante básico es quedarse corto, ejem) pero al menos pudimos ver la "Zona Cero".
Después, ya a nuestro aire, nos dirigimos a la Calzada de los Gigantes, a disfrutar de las columnas de origen volcánico. Naturalmente, nos saltamos las vallas y nos adentramos en el sendero menos transitado... hasta que nos encontramos una pared:
Regresamos al pueblo de Bushmills a comer en un coquetuelo local: sopa del día, patatas rellenas y un chocolate con nubecitas!
Con los estómagos saciados, recorrimos una pintoresca carretera hasta llegar a Carrick-a-Rede, un antiguo puente colgante usado por pescadores. Debido al fuerte viento, hoy estaba prohibido cruzarlo. Una lástima, ¿verdad Click?
Lo que si hicimos fue una pequeña ruta por la zona, consiguiendo fotos magníficas. De vuelta al hotel, Click demostró haber aprendido la lección y se pidió el mismo postre que yo ;-)
¿Cuál será nuestra siguiente parada? En pocos días lo sabréis...
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