Si Loarre es uno de los puntos obligados de toda visita a Huesca, el otro es el Monasterio de San Juan de la Peña, una de las obras cumbre de la escultura románica del playmundo. ¡Y no estoy exagerando! ¡Qué graciosos son esos muñequinos de ojos grandes y expresivos! Hice fotos a TODOS los capiteles de su claustro (mientras Click, paciente, caminaba a mi lado, jejeje):
Terminada la visita, aconsejo visitar el cercano y bonito pueblo de Serós, que cuenta también con dos buenos ejemplos de románico de influencia lombarda. Se trata de la ermita de San Caprasio...
... y la iglesia de Santa Cruz, perteneciente a un monasterio femenino (hoy desaparecido) en el que vivieron importantes nobles y hasta infantas durante la Edad Media:
Para aligerar un poco el tono, y descansar la vista, un tranquilo paseo siguiendo el río es lo más recomendable:
La
Catedral
de Jaca fue una de las primeras catedrales de estilo románico
del país (s. XI), levantada para consolidar la ciudad como enclave
estratégico del Camino de Santiago. A ello se unió su condición de
primera capital del primitivo Reino de Aragón, por elección del rey
Sancho Ramírez (1077). El museo Diocesano de Jaca situado dentro de
la Catedral alberga lo que está considerado como uno de los centros
más importantes en cuanto a fondos de pinturas
murales del románico
de nuestro país. Como podéis ver, ya antes de entrar Click estaba agotado, el pobre...
Creí que visitar la Ciudadela, una fortaleza pentagonal mandada construir por Feliplick II, iba a resultar más amena. ¡Pero no! Resulta que alberga un aburridísimo y anticuado museo militar. Lo más entretenido fue ver los ciervos que pastaban en su foso, con eso ya os lo digo todo:
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