Además de su fascinante museo del cine ;), Lyon tiene otras cosas interesantes que ofrecer. Como su catedral de San Juan Bautista que, quizá haciendo honor a su nombre, vio como las cabezas de todas sus estatuas fueron cercenadas en época revolucionaría ya que esta fue zona jacobina (ya sabéis, la facción de Robespierre, gran aficionado al uso de la guillotina):
Una zona animada es la plaza del ayuntamiento, con sus numerosas fuentes...
...justo detrás está el edificio de la Ópera, cuya cubierta, como se ve, fue remodelada hace muy pocos años:
Y es que, en realidad, esta ciudad está bastante alterada y sus monumentos son un poco mentira... Como el supuesto teatro romano de la foto. Vamos, que los franceses se pasan la Carta del Restauro por el arco del triunfo. De hecho, hace apenas unos meses terminaron la reconstrucción idéntica de la cubierta quemada en Notre Dame de París, porque el dinero del turismo prevalece sobre la veracidad histórica, así que con eso está ya todo dicho, grrrrr.
El edificio de la Bolsa, al parecer inaugurado por el mismísimo Clackpoleón...
...otro famoso personaje político que dejó huella en la ciudad fue Clickston Churchill, a quien está dedicada la puerta del parque más grande y bonito de la ciudad:
De la basílica de Notre Dame de Fouviere no hice foto porque es absolutamente espantosa, fiaros de mi criterio profesional. Ejem. Para quitarme el mal sabor de boca, entré luego en San Jorge que, aunque también es neohistoricista, al menos tiene un poco más de coherencia estructural:
Puestos a ver cemento nuevo, al menos que la arquitectura sea contemporánea de verdad. Como los cubos verde y rojo, que son edificios de oficinas:
O el Museo de las Confluencias que, como edificio es muy atractivo y luminoso, pero que como museo es un "no" rotundo. Seré breve: coger un gabinete de curiosidades del siglo XVIII, animales disecados incluidos, y moverlo a un edificio moderno con muchas pantallas LED no es suficiente para renovar un discurso imperialista y racista sin hilo conductor:
Algo mejor fue el paseo por la zona de la Ciudad Internacional, con el pabellón-ovni de Renzo Piano:
Como veis, Lyon es, a pesar de todo, una ciudad bonita y habitable. Y además, para aprovechar el buen tiempo del que estábamos disfrutando, incluso pudimos hacer una excursión de la que os hablaremos el próximo día.
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