¡Hola lector@s! Y os preguntaréis ¿de dónde viene el título de esta entrada? ¿acaso han vuelto Clicka y Click a visitar la Isla Esmeralda? Pues no pero casi, y os cuento...
Como ya os hemos comentado en anteriores entradas, el cambio a Valladolid ha supuesto una mejora importante en nuestra calidad de vida. Hay más gente, más ritmo y, sobre todo, más opciones de ocio, entre las cuales me gustaría destacar uno de los mejores pubs irlandeses que he conocido y que está precisamente aquí en Pucela: el Clicks of Moher. Pasad, pasad, que os hablo un poco de su historia:
Pero antes de nada, como esta charla va a necesitar unas cuantas entradas lo mejor será evitar que se me seque la garganta, así que voy a hacer acopio de un poco de néctar de los dioses. Slainte!
Y ahora sí, vamos allá. Lo primero que me gustaría es presentaros al dueño de este oasis, mi ya amigo Clillian, oriundo de un pequeño pueblo cercano a Galway y que hace unos años vino a España a probar suerte con el rugby (con mayor o menor fortuna) y, cuando las rodillas dijeron basta, colgó las botas y se puso a servir pintas. El negocio no le va nada mal y por ello tiene con él a Mocly, una dublinesa que vino de erasmus por estas tierras y también parece que esté echando raíces:
Pero la aventura no fue fácil. Clillian se arriesgó y compró un local que llevaba un tiempo cerrado y que al parecer en su día fue algún tipo de negocio innovador de zumos ecológicos o algo así. Su único inquilino no parecía muy de zumos de papaya sino de sardina:
Ahora ya sólo quedaba ponerlo en condiciones para lo que contrató a Manoclock, Clecknito y Oclilio, una cuadrilla de buenos profesionales que enseguida se pusieron manos a la obra. Lo primero fue asegurar la zona y quitar las puertas y cerrojos:
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