Hoy es, oficialmente, el último día lectivo. Aunque, extraoficialmente, mis estudiantes no piensan quedarse a esperar el timbre final. Ya contaba con ello... lo que no me esperaba, después de un año tan intenso en sermones y enfados, es la sorpresa que me han dado algunas kekitas cuando han aparecido con un bonito ramo de flores. ¡¡¡Oooohhhh!!!
Y ahora, ¿Qué hago? ¿Acepto el chantaje emocional y les vuelvo a dar clase el próximo curso? ¿Les mando a paseo y me arriesgo a empezar con la nueva "hornada" de primerines? ¡Qué difícil decisión!
Necesito vacaciones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario