Una soleada pero fría mañana de invierno, nos encontramos a un grupo de legionarios dando fuerte al pico y la pala en Alston Moor, un enclave bastante más al norte del campamento de lo que sería recomendable... ¿Por qué?
Pues porque Arrio Caepio "el fenicio" ha localizado (mejor no le preguntéis por sus fuentes de información...) una mina de plomo, con varias vetas grandes y de buena calidad. El plomo es un metal indispensable en la ingeniería romana así que Caepio ya ha hecho cuentas de los beneficios que les puede reportar su explotación. Cástor y Pólux, ceñudos, vigilan con atención...
... y dan la voz de alarma cuando un par de pelirrojos aparecen entre la maleza. ¡Todos los legionarios se lanzan rápidamente a defender posiciones!:
- ¡No permitiremos que nos robéis nuestros recursos!
+ ¿Vuestros? ¿Aún no os habéis enterado que esta isla está bajo dominio romano? ¡Roma vincire!
- ¡Nunca! ¡Caledonia libre!
Finn McMaltian se lo está poniendo difícil a Pólux pero, para alguien que ha crecido en las peligrosas calles de la Subura romana, enfrentarse a un único enemigo es casi un aperitivo:
En un rápido movimiento, los tres pictos se repliegan montaña arriba; otro día vendrán mejor preparados, con todo el clan. Los legionarios deciden que el esfuerzo de perseguirles hoy no merece la pena, pero habrá que desarrollar un plan de contingencia adecuado para el futuro...
¿Será este el preludio de una nueva y épica batalla, como en Alier? ¿Qué hará Bouodica cuando reciba la noticia de lo ocurrido? ¿Y qué papel jugarán los infiltrados?
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