¡Bonjour! Tras la magnífica crónica oval de la primera, y muy especial, jornada mundialista, voy a añadir un epígrafe turístico. Y es que Burdeos, patrimonio Unesco y una de las principales ciudades de Francia, tiene un bonito casco histórico con dos catedrales. Aunque a mí, la que más me interesaba era la de San Andrés, por ser donde se casó (¡dos veces!) la grandísima Leoclock de Aquitania (¡dos veces reina!)...
... y porque su interior muestra, de forma clara y divertida, como las construcciones románicas se pueden ir transformando en góticas a medida que cambia la moda arquitectónica, jeje:
Una curiosidad, en lugar de la ya por aquel entonces tipificada fachada de peregrinación, esta catedral mantiene una única torre exenta al modo de los campanile italianos:
El antiguo edificio de la Bolsa (Burdeos fue un importante exportador de esclavos hacia Haití en los siglos XVII y XVIII) intenta lavar su imagen hoy en día con el "espejo de agua", un estanque que refleja el magnífico edificio y sirvió para refrescarnos del terrible calor que estábamos pasando.
La Puerta Cailhau es una de las poquitas que sobrevivieron al derribo de la muralla medieval. ¿Cómo? ¿Que qué llevamos puesto? ¡Ah! Pues nuestros petos irlandeses, claro, que al partido teníamos que ir adecuadamente vestidos para mimetizarnos con el ambiente, ¿no?
Ambientazo, más bien. Fijaos cuantos miles de kek@s había en el campo, cantando el "shoulder to shoulder..." Muy emocionante, ¿verdad, Click?
Y al día siguiente, a pesar de la paliza de viaje que teníamos por delante para volver, aún nos dio tiempo a visitar la Ciudad del vino...
... y la cuasi abandonada base de submarinos militares alemanes:
Un finde breve pero intenso y muy bien aprovechado. ¡Hasta nos hicimos una foto con un megalodón en el museo del mar! XD
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