Comenzamos el verano con un buen puñado de buenas noticias: además de estar ya vacunados, ¡hoy por fin se abre al público el Museo del Playmundo! ¿Queréis saber cuál es la exposición inaugural? Seguro que el título ya os da una buena pista: "El camino hacia los Clockscars".
Pues sí: se trata de una exposición de carteles de aquellas películas triunfadoras en el gran festival cinematográfico. Sin duda, una temática muy atractiva y sugerente para las vacaciones de verano; seguro que más de un visitante se organiza luego su festival casero, jeje.
Por motivos de seguridad, el aforo estaba limitado y el personal del museo controlaba la entrada:
Nada más entrar nos encontramos con dos piezas fundamentales en cualquier rodaje: la cámara y la silla del director. Una pena que no pudiéramos sentarnos...
Las salas estaban organizadas por géneros cinematográficos, empezando por "las olvidadas", aquellas grandísimas películas que en su momento no fueron apreciadas por la Academia y sólo recibieron un Clockscar honorífico muchos años después, como el magnífico drama de Chaplin, que estaba haciendo las delicias de esta estudiante de Bellas Artes:
Y es que la Academia suele preferir argumentos tradicionales y fiables, de los que funcionan bien en taquilla, como las historias de amor, de las que tenemos ejemplos clásicos y modernos:
Un musical con historia de amor (o desamor) es una combinación triunfadora. Esta keka, que lleva audio-guía, parece estar disfrutando de las animadas explicaciones sobre esta reciente cinta:
Una de las salas más importantes es la dedicada al drama histórico. El personal del museo, atento para evitar aglomeraciones, observa discretamente a los visitantes, que descubren contentos algunas de sus películas favoritas:
Por supuesto, si hablamos de Historia, no puede faltar representación romana. ¿Identificáis las dos películas del fondo de la sala?
Y si hablamos de Roma, tenemos que hablar de Pompeya. Su destrucción ha sido llevada a la pantalla un buen número de veces ya, aunque con más o menos acierto dependiendo del rigor histórico del guionista. En cualquier caso, una roca vesubiana en medio de la sala es una buena forma de generar conversación entre las aficionadas al tema:
Pero mi sala favorita fue la dedicada a Clinck Eastwood. Aunque sus películas no siempre han sido valoradas por la Academia, Clinck siempre ha gozado del favor de un público fiel y mitómano:
Además, es un director muy versátil, capaz de pasar de un género a otro con elegancia y obteniendo siempre magníficos resultados. A mi me resultaría difícil escoger sólo un título de su amplia filmografía pero Click lo tiene claro, jeje:
Todo iba muy bien hasta que de repente escuchamos un grito: "¡Mamá! ¡Es R2!". Resulta que un kekito, que acompañaba resignado a su madre en este "rollo", al llegar al final descubre un spoiler: la siguiente exposición estará dedicada al mundo friki: sci-fi, superhéroes, sagas, etc. Ni que decir tiene que Click, al enterarse, reservó ya el día de la inauguración en su agenda para no perdérselo, jaja:
No hay comentarios:
Publicar un comentario