Hello, readers! Como decíamos, este verano apañamos muy dignamente un viaje por el sur de la pérfida Albión y, a pesar del retraso en el vuelo y del desquiciante y parlanchín coche de alquiler, conseguimos llegar a cenar a Windsor. Sí, donde viven los royalties (aunque no vimos a nadie porque en estas fechas prefieren irse a las highlands...). La visita no pudo ser más typical: fish&chips, paseo hasta Eton y noche en un B&B con su propio pub.
Al día siguiente, madrugón (a.k.a. early bird... bla,bla) porque llevábamos una agenda apretada. Primera parada en la catedral de Winchester:
A Salisbury llegamos en día de mercado. Allí, junto al monumento de la Poultry Cross está el Haunch of Venison, que ostenta el título de pub más antiguo de la localidad (data de 1230, ¡casi nada!) y dónde Click se tomó una cervecita para marcar un check! en el mapa:
El plato fuerte era, por supuesto, su impresionante catedral, que fotografié desde todos los ángulos posibles...
... y que además conserva una de las 4 únicas copias que sobreviven de la Carta Magna impuesta a Juan sin tierra a condición de recuperar su reino. Y que se considera el documento fundacional de los modernos parlamentos constitucionales:
No podíamos alejarnos del lugar sin visitar Stonehedge, probablemente el cromlech prehistórico más famoso del mundo. El paseo hasta allí fue agradable. Lo de que te cobren 30 libras y no te dejen tocarlo... ¡son piedras de 25 toneladas! ¡Ni que las fuéramos a desgastar!
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