lunes, 30 de mayo de 2022

El Círculo de Oro

La mayoría de los los turistas que llegan a Islandia se limitan a visitar su capital (totalmente prescindible), los baños termales de la Blue Lagoon (saturados y además tampoco son los más impresionantes de la isla) y el parque nacional de Thingvellir, donde nos encontramos hoy. 

Thingvellir es una gran meseta volcánica en cuyo acantilado se celebraba el "parlamento", es decir, donde se reunían los jefes de los distintos clanes a debatir. En caso de discrepancia, la Drekkingarhylur o "piscina de los ahogamientos" estaba muy cerca... (¡glups!)

Allí se puede ver la fractura silfra: un lugar donde las placas tectónicas euroasiáticas y americana se separan algunos milímetros cada año. Es algo decepcionante pues el agua lo cubre todo pero no nos preocupó porque sabíamos de otro punto, casi al final de nuestro recorrido, donde verlo mejor:


Empezamos emocionados nuestro recuento de cascadas con Godafoss, aunque al cabo de varios días perderíamos la cuenta. Cuando hicieron este país, las cascadas debían estar de oferta porque ¡hay cientos!


Unos kilómetros más allá está el famoso Geysir (sí, el chorro de agua que da nombre a todos los geyseres del mundo). Aunque actualmente esté "en reposo", su gemelo Strokkur está más que activo y nos proporcionó un estupendo vídeo. Aquí aprovechamos a comer un bocata (tomad buena nota de este consejo: antes de empezar el road-trip, haced acopio de pan de molde, quesos, embutidos y algo de fruta porque en Islandia no siempre vas a encontrar un lugar donde te den de comer. A veces ni siquiera en los sitios más turísticos) y a hacer una pequeña ruta entre fumarolas:


Como remate, la Gulfoss o cascada de oro (sí, foss significa cascada). Se trata de un impresionante doble salto de agua que ha llegado a arrojar 2000 metros cúbicos de agua por segundo, inundando por completo el cañón que la delimita:


Hasta aquí el conocido como "Círculo de Oro" con los enclaves más básicos de Islandia peeeeeeeeeero, como viajeros (que no turistas) experimentados que somos, os aconsejamos seguir avanzando y completar la ring road (la autopista que recorre toda la isla) para conocer lo que de verdad este país tiene para ofrecer. Así que nos dirigimos a nuestro nuevo alojamiento, una coquetuela cabañita en medio de la nada pero con vistas a un volcán, para descansar antes de la siguiente etapa:




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