lunes, 28 de febrero de 2022

Ruta de la cascada de las aguas blancas

La breve entrada de hoy nos lleva a Cangas de Narcea. A pesar del nombre, la primera parte del camino es bastante dura debido a la larga y exigente pendiente que, unida al calor de agosto, nos lleva a recomendaros esperar a otoño para enfrentarse a ella. En cualquier caso, las vistas al llegar a la cima merecen la pena, ¿verdad?: 


La anécdota de la jornada fue precisamente al llegar a la cascada, de la que no hay foto porque el fuerte estiaje que sufría la dejaba bastante deslucida. Lo dicho, esta ruta no es para el verano... Pero como decía, estando allí empezamos a escuchar unos extraños rugidos que nos inquietaron. ¿Será algún jabalí enfadado por haberle despertado de la siesta? ¿Hay osos en esta zona? 

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¡Ah! ¡Que no! ¡Que es el respiradero de una canalización de agua! Vaya susto ridículo que nos hemos llevado... menos mal que no había nadie mirándonos, jaja.

Seguimos caminando como si no hubiese pasado nada (tampoco vamos a hablaros del resbalón tonto que se llevó Click en una bajada sencillita, ejem). Otro punto destacado es este enorme carrasco (Ilex aquifolium o acebo); aunque en teoría puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura ¿habíais visto alguna vez uno tan grande y frondoso?


Ya, ya... sabemos que estáis esperando la crónica rugbística de este pasado finde. Tranquil@s, enseguida llega ;)



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