jueves, 10 de junio de 2021

Zakynthos

Dado que esta semana aquí ya superamos los 30º (y en realidad aún no es verano, buffff), ¿qué mejor opción para refrescarnos que recordar nuestros tres días en la preciosa isla griega de Zakynthos?

Un muy madrugador pero corto vuelo en avión de hélice nos dejó en el mini aeropuerto de esta turística isla que, por suerte, aún no había comenzado su temporada alta así que la pudimos recorrer con tranquilidad: el puerto de Agios Nikolaos (donde catamos, y disfrutamos, sus productos locales: cerveza, queso y pescado), el monasterio de Anafronitria o su coqueta capital (Zante) donde comimos una fantástica parrillada de pescados y verduras en una taberna del muelle. Bueno, en realidad, comimos muy bien durante toda la estancia. Y además para alojarnos escogimos un chalecito con super terraza, jardín con olivos y piscina. No nos cuidamos nada mal, ¿verdad?


Pero las atracciones principales de la isla son las Blue Caves y la playa del naufragio así que contratamos un yatecito (cuyo capitán casi podría ser alumno mío) que nos acercara, ya que la playa no es accesible por tierra. Y, en teoría, tampoco por mar: está prohibido pisarla porque el acantilado presenta riesgos de derrumbes pero nuestro experto marino (ejem) iba conectado a la radio de la patrullera y, sabiendo que estaban al otro extremo de la isla, nos permitió saltar al agua (bueno, vale, el que saltó fue Click. A mi me acercó cuidadosamente a la arena) y estar un rato sacando fotos a este famoso barco varado de unos contrabandistas:


Tras comer en el puerto, haríamos la tradicional subida al acantilado para poder disfrutar de otra bonita perspectiva de la playa. Click lo pasó un poquito mal por el vértigo... y porque yo me acercaba demasiado al borde del barranco ¡pero me quedaron unas fotos espectaculares!

Aún nos queda otro episodio de este viaje a Grecia por contaros ¡y tiene una sorpresa! ¡No os lo perdáis!



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