Alejandría, año 200 a.C. (antes del Click). Aclickstófanes de Bizancio, director de su prestigiosa y famosa biblioteca, debate con un compañero acerca de ciertas obras poéticas griegas, mientras otros eruditos estudian entre sus miles de rollos e incluso mandos militares se afanan en estudiar sus mapas:
De repente, un extraño artefacto del futuro irrumpe en el silencio de la sala: ¡es un Delorean! Y antes incluso de que frene del todo, una keka sale raúda y veloz de su interior:
Ante la sorpresa e incredulidad de los allí presentes, dicha keka comienza a hacer acopio de valiosos rollos:
- Pero Clicka ¡no puedes llevarte esos rollos! ¡Alterarás la Historia! ¿Qué pensarán los kekos del Clicknisterio del Tiempo?
+ ¡Rápido Click! ¡Pon esto en marcha de nuevo! Alguien ha dado el aviso a los vigiles... ¡ya llegan! ¡Vamos, Click, deprisa!
- Voy, voy... pero devuelve esos rollos.
+ ¡Que no! ¡Acelera!
+ ¿Ves como merecía la pena el riesgo, Click? Ahora tengo un auténtico tratado de arquitectura romano, y no la chufla esa de Clicktruvio, cuyo único mérito fue haber sobrevivido al incendio de la Biblioteca.
- No sé, Clicka, tu argumento no me acaba de convencer...
+ ¡Bah! Ya me darás la razón tras tu primer viaje temporal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario