Empezamos el día en plan kawaii, vestidos a juego con nuestras playmo-camisetas. Y es que en Tokyo es super normal que las parejas vayan combinadas, jeje.
Decidimos despedirnos desde las alturas de los 37 millones de tokyotas. Para ello subimos a la Tokyo Tower, construida en 1958 imitando la parisina Eiffel... pero 9 metros más alta y 6.000 toneladas más ligera, ¡casi nada!
Naturalmente, la torre incluye tiendas y un restaurante temático de anime. ¡Ideal para nuestra última comida! Además era buffet así que empezamos a comer de todo... lo mejor fue descubrir el postre: ¡fresas heladas recubiertas de chocolate! Os podéis imaginar mi alegría... y mi posterior fartura, jaja.
Hoy decidimos recoger pronto (teníamos el hotel en el mismo aeropuerto) porque al día siguiente, además del madrugón, nos esperaba un largo vuelo. Pero ambos estamos dispuestos a "sacrificarnos" las veces que hagan falta para volver a este maravilloso país. ¡Queda tanto por descubrir...!
ARIGATOU GOZAIMASU, JAPAN
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