sábado, 18 de noviembre de 2017

Hakone

Continuando con nuestro periplo japonés, hoy toca hablaros de un día de auténtico lujo oriental: el riokan Senkyoro en Hakone, dentro del parque nacional del Monte Fuji.

Un riokan es un hotel tradicional y 100% japonés en arquitectura, gastronomía y, por supuesto, amabilidad del personal. Así que nuestra habitación era tal que así: 


Dimos un paseo hasta el Lago Ashi y, aunque la neblina no permitía ver el volcán, comimos estupendamente. Al regresar al ryokan, decidimos probar uno de sus célebres onsen (baños de aguas termales). Toda una experiencia: 


Relajados y ataviados con nuestro yukatas, a las 19:00 bajamos al restaurante a cenar. Fijaos qué vistas para un atardecer: 


Teníamos reservado un menú degustación que incluía varios entrantes (algunos no sabemos muy bien qué eran, pero estaban ricos), dos sopas, sashimi, 5 platos principales (incluyendo carne wagyu y también una sorprendentemente tierna y sabrosa anguila), postre y té matcha. Todo servido delicadamente por una keka que parecía de porcelana.

En este entorno tan idílico conseguí por fin aprender a comer con palillos. Cierto que no los uso de forma correcta pero ya sabéis que, desde bien pequeñita, yo siempre hago las cosas... ¡de otra manera! 

Al regresar a la habitación, ya teníamos nuestros futones preparados. ¡Qué bien se duerme en ellos!: 


El desayuno también fue tradicional y contundente. Resulta algo chocante encontrarse sopa de almejas y trucha a la parrilla para desayunar pero, desde luego, aporta un montón de energía para afrontar el día, jeje.


Tras estas increíbles 24 horas, desandamos el camino hasta la estación de tren, donde nos tomamos un segundo desayuno (esta vez al estilo occidental: café y croissant) y luego nos subimos a un shinkansen para, recorriendo 500 kms en apenas 2 horas, llegar a Kyoto.

Pero eso ya es otra historia... ¡No os la perdáis!


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