domingo, 7 de febrero de 2016

Aventuras de una aeromoza

Como ya sabéis, querid@s lector@s, viajar es uno de nuestras aficiones favoritas. Y casi siempre las cosas nos salen bien, incluso mejor de lo planeado. Pero a veces, supongo que por simple estadística, también hay contratiempos... Por ejemplo, que los controladores cierren el espacio aéreo y los kekos y kekas nos quedemos atrapados en el aeropuerto como en la película de Tom Clanks.

Otro por ejemplo (mucho más reciente): que el tren se averíe y avisen de un retraso de una hora. Claro, con lo ajustados que llevamos los horarios, semejante noticia es para que me hubiese dado un infarto. Pero noooooo, que para eso una es una curtida aeromoza (aka. profesional en aerolíneas internacionales) y sabe qué hacer.


¿Qué hacer en un caso como ese? ¿Cómo conseguir llegar a tiempo al aeropuerto, un viernes por la tarde en vísperas de puente, y no morir en el intento?

...

¡Pues en taxi! Sí, en taxi. Con un par. Y con 130 eurazos. Porque yo lo valgo (y el taxi también). Pero para todo hay clases y a mi el chófer me dejó a la puerta de la T2. Y, ahora sí, conseguí subirme al avión para disfrutar de un finde junto a Click :-)


¿A vosotros también os pasan estas cosas? ¿Cuál es vuestra mejor anécdota en un aeropuerto? 


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