¡¡¡Regalinos!!!

Querid@s lectores, ya sé que estáis ansiosos por saber cuál fue el super-regalo de cumpleaños que recibí ayer pero antes quiero mostraros la celebración. Click preparó un estupendo menú de tapeo con tostas de jamón, pastel de cabracho, paté ibérico, unos riquísimos boquerones... Del postre me encargué yo: fijaos en la magnífica tarta de tres chocolates sobre base de galleta a la que estoy a punto de enfrentarme. ¡Deliciosa! Además la receta es muy fácil así que, si aún no la habéis probado, intentadlo ya mismo:

Luego llegaron un buen montón de regalinos: libros (para leer y colorear), un paraguas plegable, café "del rico", un baby pelón (un muñeco solidario, para ayudar a construir un jardín recreativo en la azotea del Hospital de Oncología Infantil de Valladolid), unas bailarinas veganas (sí, calzado vegano. Hecho con piel de cactus):

Cuando empecé a desenvolver el último regalo llegó la incertidumbre. Parecía algo tecnológico pero no reconocía qué era, puesto que la caja no me daba ninguna pista. Al abrirlo descubrí que era... ¡un proyector de cine! Un auténtico home cinema para mí solita, ¡wow!. Aquí estamos probando las conexiones; luego, ya correctamente instalado, dispongo de una pantalla de casi tres metros de largo con una perfecta resolución:

¿Y qué fue lo primero que vimos? ¡Pues a Clinckt! "El bueno, el feo y el malo" en pantalla de cine pero cómodamente recostada en mi sofá, jajajaja. Tiruriruriiiiiiiiiii, na na naaaaaa...

Hoy, como soy muy generosa (y como Click también se "autorregaló" un cachito de proyector, que lo sé yo, ejem), permití a Click disfrutar del Super Saturday en pantalla grande. A cambio, tendrá que aguantar, cualquier día de estos, alguna de mis clases magistrales en versión mega-pro, jajajaja.

¿Verdad que es una pasada?  ¿A qué os gustaría tener uno, eh?