Ciao! Tras la magnífica experiencia como maestros gelateros, nos dirigimos a Rávena, una visita a la que le tenía muchas ganas desde hace años ya que fue territorio bizantino en tiempos de la grandísima Teodora.
Me había apostado con Click un expresso a que al entrar en San Vital se le escaparía un "...stia!". Perdí: se le escaparon dos :) #meparto
Y es que los monumentos (y sobre todo los coloridos y exuberantes mosaicos que decoran su interior) que la pareja imperial patrocinó durante su breve dominio sobre la zona son impresionantes. También las magníficas teselas lapislázuli del Mausoleo de Gala Placidia...
... el famoso sarcófago de pórfiro rojo del Mausoleo de Teodorico...
... o las basílicas de San Apolinar (Nuovo & in Classe). La antigua fortaleza del siglo XVI, por desgracia, no está tan bien conservada. Pero para rematar el día con buen sabor de boca, lo mejor eran un par de gelatos de chocolate (el mío era de chocolate negro. O sea, que encima adelgaza, jaja) paseando por Lido d'Espina.
¡Y aún no hemos acabado la crónica! Porque, como buenos especialistas en vacaciones, somos capaces de sacarle muuuuuucho jugo a un puente de 5 días.
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