jueves, 18 de abril de 2019

Delta del río Mekong

Terminamos nuestro periplo vietnamita con un buen madrugón para poder llegar a tiempo al célebre mercado flotante en la desembocadura del río Mekong.

Por el camino inicimos una divertida parada en el moderno santuario del sleeping Buda. ¿Verdad que soy una buena practicante? 


El Delta del Mekong se divide en realidad en 9 brazos de agua. Tenemos pocas fotos porque las barquitas en las que viajábamos no eran precisamente muy estables (una caja de cartón ofrece más seguridad, ejem) y no estaba yo en condiciones de soltarme de la barandilla, buf. Y no era sólo por el agua en sí, sino sobre todo por lo sucia que estaba, ¡menudo caldo de bacterias debía ser aquello!. Doble buf.

Una vez en tierra firme visitamos una "granja", donde probamos un "requemado" de miel y polen, caramelos de coco, licor de serpiente y huevo de dinosaurio (en realidad, masa de arroz inflada en forma de enorme esfera): 


De regreso al hotel, una reparadora visita al spa antes de cerrar las maletas. Cenamos en el Milkbar y gastamos los últimos dongs comprando seda.

Ya sólo queda que nos vengan a recoger para llevarnos al aeropuerto, de regreso a casa. Pero, aunque cansados, nosotros ya estamos pensando en el próximo viaje... 



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