¡Hola de nuevo! Tras el descanso en Roma, retomamos la narración de nuestra Gran Aventura. Habíamos dicho que las cenas del domingo terminaron con un nuevo regalo para los invitados: una "customiseta" en color azul Playmobil para, al día siguiente y perfectamente uniformados, visitar la fábrica en la que todos los kekos del mundo hemos nacido. No era nuestra primera vez, pero queríamos compartir semejante experiencia con nuestras familias.
Tras un estupendo recibimiento por parte de nuestro guía, con regalinos incluidos, entramos en materia. Literalmente, porque lo primero que vimos fue la materia prima de la que estamos hechos: polímeros de colores de altísima calidad.
Estos polímeros salen de los moldes convertidos en las piezas que nos componen. Así que la siguiente sección de la fábrica es la cadena de montaje.
Otra parte importante es la sección de "Imprimación", donde los artistas del pincel nos dejan guapos y elegantes.
Y una vez listos, es hora de viajar cómodamente instalados en cajas. Como veis aquí, algunos kekos viajan muy muy lejos.
Como si de un museo se tratase, al final de la visita nos esperaba la tienda de regalos. Pero en este caso mereció la pena puesto que tenía tooooooooodas las referencias de nuestro pequeño gran mundo.
Y también un pequeño parque de atracciones donde, por supuesto, hicimos buenas y "maduras" fotografías.
Pero nosotros no fuimos los únicos en preparar sorpresas, sino que también las recibimos, ya que nuestros amigos de la fábrica nos habían preparado un dulce final para nuestra visita. Ñam ñam.
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