Ya que hoy está nevando, y para compensar las temperaturas, voy a hablaros de la mencionada excursión a Nara, un destino super turístico, donde pasamos muchísimo calor.
El Gran Parque de Nara, donde pastan libremente cientos de ciervos (pacíficos siempre y cuando no te vean con comida en las manos... porque como te huelan un bocata o unas galletas ¡irán a por ti!), alberga tres grandes e importantes templos, como el del Buda Gigante:
El siguiente templo albergaba las lámparillas votivas que durante siglos los shogunes dedicaban a este Buda. O no. Pero la explicación me quedó verosímil y Click se la creyó, jeje. Aquí había una sala muy especial, iluminada sólo por las lámparas, cuyas llamas se reflejaban en un mar de espejos. Muy romántico todo.
De camino al tercer templo, donde estampamos nuestras peticiones a Buda en papel de arroz, nos comimos el tercer helado del día (¿He dicho ya que hacía muchísimo calor? Si es que se puede incluso "ver" el bochorno en la foto, ¿verdad?):
Al día siguiente, y tras el correspondiente disfrute gastronómico en Osaka, nos subiríamos a un shinkansen camino a nuestro siguiente destino...
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