jueves, 16 de enero de 2020

Kairoan de Osaka

¡Hola! Estamos de vuelta con la narración de nuestro II Viaje a Japón y hoy vamos a hablaros de nuestra querida Osaka, esa ciudad en la que puedes desayunar takoyakis, okonomiyaki y sopa Miso :)

En esta ocasión nuestra primera visita fue el Templo Shuiyobashi, uno de los más antiguos del país. De hecho, aparece ya en la Novela de Genji:


El santuario incluye un kodama u hogar de los espíritus de los árboles, lleno de pequeñas piedrecitas, algunas de las cuales tienen kanjis escritos a mano por los sacerdotes del santuario. Si consigues encontrarlos todos, obtendrás los cinco grandes poderes (fuerza física, inteligencia, riqueza, buena fortuna y longevidad): 


Luego nos fuimos al puerto para comer (para eso hemos venido a Osaka ¿no?): 


Una vez saciados nuestros estómagos, entramos en el Kairoan, un enorme acuario en forma de espiral donde nadan, entre otras muchas especies, dos tiburones-ballena. Y hablando de tiburones... ¡pudimos tocarlos! No a los grandes, claro, sino a varios pequeños y adorables tiburones-gato y varias rayas de tacto gelatinoso:


Volvimos al hotel a refrescarnos y ponernos guapos porque la ocasión lo merece: ¡volvemos a la concurrida y animadísima Dotombori a cenar! Yeah, baby. Parecía difícil superar el buen recuerdo que teníamos pero ¡sí! volvieron a sorprendernos gratamente con su comida callejera y sus helados de matcha y alubias roja. Me encanta esta ciudad:


Al día siguiente, tras una excursión más tradicional de la que ya os hablaremos, volveríamos a cenar rico y muy contundente en una parrilla local, mientras veíamos un concierto de J-Pop idol con sus maduros pero muy respetuosos fans. Cosas de Japón ;)

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