¡Hola lector@s! Aquí estamos de nuevo con vosotr@s aunque por los pelos, porque ayer fuimos a una Escape Room terrorífica y si no llegamos a salir... ¡a ver quién escribe aquí! Pero como somos dos kekos muy listos conseguimos adivinar todos los acertijos y encontrar las llaves y los códigos que nos permitieron escapar. Y eso que no fue fácil...
Para empezar, nos esposaron al suelo en un baño a oscuras donde mi keka favorita se empezó a poner nerviosita así que se saltó las normas y se liberó de las esposas en plan Cluckdini. Mientras tanto, el hoy escribiente se contorsionaba gracias a su gran flexibilidad y conseguía las llaves para soltarme (Clicka, una vez autoliberada, pasó de mí :-P )
Tras escaparnos de ese baño tenebroso y pasar por un dormitorio ensangrentado, llegamos a la habitación final donde pusimos realmente a prueba nuestros cerebritos para, pese a entes fantasmales que nos intentaban distraer, resolver todos los enigmas, abrir todos los candados y finalmente salir victoriosos a la libertad.
Fue una tarde muy divertida en la que pese a los temores iniciales, nos reímos un montón y lo pasamos francamente bien.
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