¡Aquí estamos de nuevo, querid@s lectores! Empezamos el recorrido de hoy con el Templo de Debod. Sí, en Madrid tenemos un pequeño templo egipcio; dedicado a Amón, fue un obsequio del gobierno egipcio por la ayuda institucional para salvar Abu Simbel de quedar cubierto por las aguas de la presa de Asuán en 1986:
Tras darnos un capricho en una de las castizas tabernas madrileñas (de las que cada vez quedan menos, con tanto millenial suelto por ahí)...
... entramos en el Cerralbo, uno de los llamados "museos de ambiente" que yo tenía muchas ganas de visitar. Se trata en realidad de la residencia privada del Marqués de Cerralbo quien, en 1922, lo donó íntegramente a Patrimonio Nacional. Además de disfrutar de su jardín con estanque, esculturas romanas y quiosco de música...
... se puede contemplar sus nutridas colecciones de pintura, cerámicas griegas, cristal de murano, numismática, arqueología, armaduras medievales, su biblioteca...
... e incluso ¡su propio salón de baile con galería de espejos! No vivía mal el marquesito, ¿verdad?
Y mucha atención, lectores, porque en la entrada de hoy hay una pista sobre el próximo post. ¿Podéis encontrarla? ;)
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